Un sismo de magnitud 5.3 remeció el oeste de Texas durante la noche del sábado, en una zona cercana a la frontera con Nuevo México, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El terremoto ocurrió a las 7:47 p.m. (hora local) con un epicentro ubicado a 56 kilómetros al sur de Whites City, Nuevo México, aproximadamente a medio camino entre las ciudades texanas de Midland y El Paso. El USGS indicó que el temblor se originó a una profundidad de casi 4 millas (6.4 km) bajo la superficie, lo que redujo su impacto en la superficie.
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Aunque el sismo fue perceptible en varias localidades de Texas, incluyendo Arlington, Midland y Lubbock, las autoridades descartaron riesgos inmediatos como deslizamientos de tierra, fallas geológicas o licuefacción del suelo (un fenómeno en el que la tierra pierde firmeza y se comporta como un líquido).
Una serie de movimientos telúricos en la zona
Este terremoto no fue un evento aislado. Según datos del USGS, desde principios de abril se han registrado 46 sismos en la región, la mayoría de baja intensidad. Sin embargo, el de 5.3 grados fue el más fuerte de tres temblores notables que sacudieron la zona el sábado, acompañado por réplicas de 3.4 y 2.9 de magnitud.
El organismo advirtió que existe un 65% de probabilidad de que ocurra una réplica significativa en los próximos siete días, por lo que recomendó a los residentes cercanos mantenerse alerta.
¿Por qué tiembla en esta zona?
Aunque Texas no es conocido por una alta actividad sísmica, la región cercana a Nuevo México ha experimentado un aumento en movimientos telúricos en los últimos años, posiblemente vinculados a actividades industriales como la extracción de petróleo y gas, que pueden generar alteraciones en las fallas geológicas.
Hasta el momento, no se han reportado heridos ni daños estructurales graves, pero las autoridades continúan monitoreando la situación. Mientras tanto, los residentes de la zona permanecen atentos ante la posibilidad de nuevas réplicas.