CREENCIAS POPULARES

Viernes de supersticiones: las actividades que muchas personas evitan hacer hoy; ¿tú las haces?

Estas creencias, aunque sin base científica, siguen vigentes y reflejan el papel del folclor en la vida cotidiana

Escrito en GLOBAL el

Aunque el viernes es sinónimo de fiesta, descanso y salida con amigos, para muchas personas sigue siendo un día rodeado de supersticiones. Desde no barrer de noche hasta evitar cortarse el cabello o estrenar ropa, estas creencias transmitidas de generación en generación siguen influyendo en nuestras decisiones sin que sepamos muy bien por qué.

Una de las supersticiones más comunes es no barrer por la noche, sobre todo los viernes. Esta creencia es popular en México y otros países latinoamericanos. 

Según la tradición oral, barrer después del atardecer “espanta la fortuna” o “barre la buena suerte fuera del hogar”.

Algunos historiadores del folclor, como el antropólogo mexicano Jesús Chávez, explican que esta idea tiene raíces coloniales, en los hogares sin electricidad, barrer de noche podía provocar que se perdieran objetos de valor o se hiciera ruido innecesario, y se comenzó a asociar con malos augurios.

Otra superstición: no cortarse el cabello en viernes. En varias culturas, especialmente en el catolicismo tradicional, el viernes está ligado a la crucifixión de Cristo, y por lo tanto es considerado un día de reflexión o incluso de mala suerte para actos considerados “frívolos” o “vanidosos”. 

En la India, por ejemplo, muchos evitan cortarse el cabello los viernes porque se cree que eso puede debilitar la energía vital.

También hay quienes evitan estrenar ropa o zapatos nuevos en viernes, por una asociación con la idea de “tentarse” con lujos antes del descanso espiritual del fin de semana. 

Aunque su origen exacto no está documentado, esta creencia tiene presencia en zonas rurales de México y partes de Centroamérica.

A pesar de que no hay evidencia científica que respalde estas prácticas, la superstición cumple una función emocional: da sentido al caos cotidiano y conecta a las personas con su entorno cultural.