HISTORIA

Lo que realmente significa ver un gato negro: ¿buena suerte o maldición?

Su historia sigue siendo un reflejo de las complejas relaciones entre las supersticiones, las creencias populares y la cultura a lo largo del tiempo

Los gatos negros son mascotas populares.
Los gatos negros son mascotas populares.Créditos: Especial
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Un gato negro puede ser una fuente de ternura y compañía en muchos hogares, pero, a lo largo de la historia, estos felinos han estado envueltos en supersticiones que, en ocasiones, los han puesto en peligro. Aunque su presencia en el hogar aporta consuelo y alegría, la percepción sobre los gatos negros varía enormemente según la cultura y la época.

En el Antiguo Egipto, los gatos, y especialmente los negros, eran considerados sagrados debido a su vínculo con Bastet, la diosa de la protección, la música y la danza.

Estos felinos eran venerados y se les atribuía buena suerte y protección. Sin embargo, no todas las culturas compartieron esta visión positiva.

En tradiciones hebreas y babilónicas, los gatos negros eran asociados con la maldad, casi como una serpiente que acechaba el hogar, lo que los convertía en símbolos de peligro y mal augurio.

Los griegos, por otro lado, tenían una relación compleja con los gatos negros. Estos animales se vinculaban a la diosa Hécate, relacionada con la magia y la hechicería, y más tarde los nórdicos asociaron a los gatos con la diosa Freya, quien los consideraba criaturas protectoras.

Sin embargo, fue en la Edad Media cuando la percepción de los gatos negros tomó un giro negativo en Europa. Con el poder de la Iglesia, los gatos negros pasaron a ser considerados como seres malévolos, asociados al Diablo.

La Iglesia promovió la idea de que estos animales eran compañeros de brujas y agentes del mal, lo que desató una feroz persecución de los gatos negros.

Esta caza masiva de felinos tuvo consecuencias inesperadas: la eliminación de los gatos provocó una explosión en la población de ratas, lo que contribuyó a la propagación de la peste bubónica.

A pesar de estos oscuros capítulos de su historia, los gatos negros siguen siendo una fuente de misterio y fascinación. Hoy en día, en muchas culturas, siguen siendo símbolo de buena suerte y protección, aunque el estigma relacionado con ellos persiste en algunas regiones.