El mantenimiento y uso adecuado de un automóvil es fundamental para garantizar la seguridad del conductor, los pasajeros y quienes circulan alrededor.
Sin embargo, existen algunas prácticas comunes que, aunque muchas veces se subestiman, pueden provocar accidentes graves, incluyendo el riesgo de explosiones o incendios en los vehículos.
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Uno de los errores más peligrosos, y que aún se observa en la vida cotidiana, es cargar gasolina con el motor del coche encendido. Según expertos en seguridad automotriz, esta práctica incrementa significativamente el riesgo de que se produzca una chispa, que al contacto con los vapores de gasolina puede desencadenar una explosión o incendio, aunque las probabilidades de que una explosión suceda son mínimas, es mejor tomar precauciones.
La gasolina es altamente inflamable y sus vapores pueden expandirse fácilmente alrededor de la zona del surtidor, por lo que la recomendación universal es siempre apagar el motor antes de iniciar la carga.
Otro aspecto crítico es la manipulación de la batería del coche, ya sea para revisarla o para cambiarla. Las baterías automotrices contienen componentes químicos y almacenan energía eléctrica en grandes cantidades, por lo que un manejo inadecuado puede generar chispas o cortocircuitos.
Esto puede provocar que la batería se sobrecaliente, se dañe o incluso explote. Por eso, se recomienda siempre desconectar primero el terminal negativo, usar herramientas aislantes y evitar cualquier contacto directo con los terminales.
Además, los especialistas recuerdan que nunca se debe fumar cerca del coche al momento de cargar gasolina ni manipular la batería, pues la combinación de fuego o chispas con los gases inflamables puede resultar fatal.
Las autoridades de seguridad vial y bomberos insisten en campañas de prevención para concienciar a los conductores sobre estos riesgos y promover prácticas seguras al manejar y mantener sus vehículos.
También recomiendan verificar regularmente el estado general del coche, para evitar otros posibles incidentes relacionados con el sistema eléctrico o combustible.
Apagar el motor antes de cargar gasolina y manipular la batería con precaución son pasos simples pero vitales para evitar accidentes graves. La seguridad comienza con pequeños hábitos que pueden salvar vidas y proteger tu patrimonio.