El presidente Donald Trump lanzó una advertencia contundente este viernes hacia Apple, si los iPhones que se venden en Estados Unidos no son fabricados dentro del país, la empresa enfrentará un arancel del 25%. La amenaza fue expresada a través de su red social, donde Trump escribió que esperaba que los teléfonos vendidos en su país fueran hechos en Estados Unidos, no en India ni en otros lugares.
De no cumplirse esta condición, Apple tendría que pagar un impuesto elevado que afectaría su precio y operaciones.
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Esta noticia causó un impacto inmediato en el mercado, y las acciones de Apple cayeron más de un 3% tras la declaración del mandatario. Sin embargo, no está claro si el presidente tiene la facultad legal para imponer un arancel específico a una sola compañía, pues generalmente estas medidas se aplican a países o sectores enteros. Apple no emitió comentario oficial al respecto hasta el momento.
Actualmente, Apple ha estado moviendo parte de su producción a India, buscando diversificar su cadena de suministro ante los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense a productos provenientes de China.
Esta estrategia busca evitar los costos adicionales que afectarían a los consumidores y mitigar riesgos comerciales en medio de la guerra comercial entre ambos países.
En un reciente informe, Apple afirmó que la mayoría de los iPhones vendidos en Estados Unidos durante el segundo trimestre del año provendrán de sus plantas en India. Esto permitiría a la empresa sortear el arancel del 145% que Trump anunció para productos fabricados en China, el principal origen de sus dispositivos.
Trump también había expresado su molestia públicamente la semana pasada, durante una visita a Catar. “Tuve un pequeño problema con Tim Cook”, comentó el presidente, refiriéndose al CEO de Apple.
Le dije ‘Tim, te tratamos muy bien. Llevamos años soportando las fábricas que construiste en China. No queremos que construyas en India, sino aquí, y tendrán que aumentar su producción en Estados Unidos
Por su parte, Tim Cook, durante la presentación de resultados financieros a principios de mayo, indicó que esperan que la mayoría de los iPhones vendidos en Estados Unidos tengan como país de origen a India, para evitar los gravámenes impuestos y mantener la competitividad en el mercado.
Este episodio refleja la tensión continua entre la administración Trump y las grandes empresas tecnológicas, en un contexto donde la política comercial y la producción global son factores clave para la economía estadounidense y las cadenas de suministro internacionales.