Una amenaza de bomba fue captada por una azafata en un avión con destino a Hawái y listo para despegar con 283 pasajeros a bordo. Después de alertar al capitán, acudieron al sitio unidades K9, agentes de SWAT, el equipo de bomberos y de antiterrorismo, así como FBI iniciando el protocolo de seguridad que aplica en estos casos.
Esto sucedió el lunes por la mañana, en el aeropuerto de San Diego durante el vuelo de las 8:30 am. El avión, de la línea Hawaiian Airlines con unidad Airbus A330 tenía Honolulu como destino.
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Tras una exhaustiva revisión de la nave, las unidades de apoyo indicaron que no se encontró nada sospechoso ni amenazador. Fue uno los pasajeros a quien se le escuchó contra la seguridad del avión; posteriormente, se informó que "fue arrestada una persona" por los voceros del aeropuerto en San Diego.
El protocolo indica dirigir a los pasajeros a una zona segura y realizar la revisión pertinente; más adelante, el FBI señaló que no hubo peligro real y, recalcó, que siempre es importante reportar toda acción sospechosa. Sin embargo, en estos casos, los cargos por amenaza de bomba en un aeropuerto son serios, aunque haya sido una broma.