Cuando alguien sufre una mordida de serpiente venenosa y no recibe atención médica inmediata, el deterioro puede ser rápido, doloroso… y en muchos casos, irreversible.
La evolución de una mordida puede variar según la especie, pero en términos generales, las siguientes horas son clave.
Te podría interesar
Las primeras 1-2 horas: hinchazón y dolor intensos
En este tiempo, la mayoría de las víctimas comienza a experimentar inflamación localizada, enrojecimiento y un dolor agudo en el sitio de la mordida.
En serpientes como la Bothrops asper (conocida como nauyaca en México), el veneno actúa destruyendo tejido desde el primer minuto. Además, puede haber sangrado por los orificios de los colmillos.
A las 3-6 horas: necrosis y ampollas
Sin tratamiento, el área afectada puede tornarse negra o morada, señal de que el tejido está muriendo. Ampollas llenas de sangre o pus pueden formarse alrededor de la herida.
En algunos casos documentados, como el de pacientes atendidos en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, se ha observado necrosis profunda que puede alcanzar músculos y vasos sanguíneos.
Después de 8 horas: riesgo sistémico y amputación
Aquí la situación se vuelve crítica. El veneno ya puede haberse distribuido por el cuerpo, afectando órganos vitales. Puede presentarse sangrado interno, caída de la presión arterial, insuficiencia renal e incluso parálisis respiratoria, dependiendo del tipo de veneno (hemotóxico o neurotóxico).
En mordeduras severas, como las de serpiente de cascabel (Crotalus spp.), si no se administra antiveneno, el riesgo de amputación o muerte se dispara.
¿Qué hacer ante una mordida de serpiente?
- Acude al hospital de inmediato, el tiempo es crucial
- No apliques torniquetes, ni cortes, ni succiones
- Evita moverte demasiado, para no acelerar la circulación del veneno
- Si puedes, toma una foto de la serpiente sin acercarte
En México, cada año se registran entre 2,000 y 3,000 mordeduras de serpiente, principalmente en zonas rurales. A pesar del peligro, la mayoría sobrevive gracias a la atención oportuna.