En esta época de calor, el ser humano teme encontrarse a cualquier tipo de víbora o serpiente en su camino, pues su presencia no se limita a selvas, bosques o desiertos. Sin embargo, hay algunas de las que debes guardar distancia, pues su veneno podría comprometer tu salud.
Aunque hay algunas como la víbora de cascabel muda, la mamba negra, la cobra escupidora, Taipán del interior, la cobra filipina y la cobra real, hay otras de las que aunque no son ruidosas ni largas ni grandes debes tomar distancia.
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Veneno de esta serpiente exótica comprometería seriamente tu salud
Hay una serpiente que llama mucho la atención por su hermoso colorido, como suele haber en todo el mundo; en este caso, se trata de la especie Trimeresurus insularis, de la familia Viperidae, conocida como la serpiente azul.
Afortunadamente, esta serpiente habita en Indonesia, en Asia.
También es llamada víbora de labios blancos, tiene ojos rojos y un color azul en su piel atípico que llama mucho la atención. No es tan grande como pudieras imaginar, pues apenas mide 65 centímetros y pesa 60 gramos. Sin embargo, sus características no la hacen menos peligrosa que las otras.
La serpiente azul tiene un veneno hemotóxico, ¿qué significa?, que su sustancia tóxica afecta sangre y vasos sanguíneos, y ello provoca alteraciones en la coagulación, destrucción de glóbulos rojos (hemólisis) o daño tisular.
Considera que si llega a morderte, su veneno es proteolítico, o sea que causa la necrosis de los tejidos ya que produce enzimas que degradan proteínas, por lo que puede corroe la piel de quienes son mordidos. A pesar de ello, su veneno no afectaría el sistema nervioso como sí ocurre con otras, como el de la víbora de cascabel.
No es fácil que en Latinoamérica puedas encontrar a la serpiente azul, pero si ocurriera, debes tener precaución, ya que no hay antídoto para combatir su veneno.
Podrías encontrarlas en las ramas de los arboles, desde donde suelen atacar a sus presas para alimentarse, siendo su "buffet" mamíferos pequeños, lagartos, lagartijas y algunos anfibios. Si llegara a morderte es por defensa propia, así que aléjate y déjala que siga su camino.