Una jornada habitual en la Universidad Estatal de Florida (FSU) fue interrumpida por una ráfaga de violencia que dejó dos personas sin vida y seis más lesionadas, lo que generó un despliegue urgente de cuerpos de seguridad y el cierre inmediato del campus.
El incidente ocurrió el jueves por la mañana y rápidamente fue catalogado como situación crítica por las autoridades.
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2 muertos y 5 heridos en ataque en la Universidad Estatal de Florida
El principal sospechoso, identificado como Phoenix Ikner, un joven universitario de 20 años, presuntamente empleó el arma de su progenitora, una veterana agente del condado, para ejecutar el ataque. Fuentes oficiales confirmaron que la madre del atacante ha servido como integrante del cuerpo del orden durante casi dos décadas, y destacaron que, hasta ahora, mantenía un expediente ejemplar.
Aunque los fallecidos no formaban parte del alumnado, el suceso ha generado gran impacto entre la comunidad académica y ha provocado la suspensión de actividades escolares y deportivas por varios días.
La universidad recomendó a su comunidad a comunicarse con sus seres queridos y mantenerse a salvo, ya que el perímetro permanece bajo resguardo policial como parte de la investigación en curso.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) acudieron con prontitud para apoyar a la policía local, en un operativo conjunto que busca esclarecer los motivos detrás del ataque y prevenir nuevas amenazas.
El estudiante Ben Veytsman, testigo de los hechos, relató a medios nacionales el caos vivido tras escuchar los primeros disparos. Como muchos de sus compañeros, se refugió en una sala cercana, sin saber si la amenaza había pasado.