Dennis Jones, un hombre de 82 años, conoció a una mujer llamada Jessie en Facebook, con quien comenzó a chatear durante meses. Aunque nunca se conocieron en persona, Dennis se sentía cercano a ella. Durante unas vacaciones, les compartió a sus hijos que estaba considerando una oportunidad de inversión en criptomonedas, una idea que Jessie le había presentado.
Sin embargo, la amistad y la inversión resultaron ser parte de una estafa. Jones terminó invirtiendo todo lo que había ahorrado a lo largo de su vida, y Jessie continuó presionándolo para que le diera más dinero. Finalmente, el hombre quedó arruinado financieramente y, devastado por la situación, terminó quitándose la vida.
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Esta no es una historia aislada. Jones fue víctima de una estafa conocida como 'manipulación financiera' o 'matanza de cerdos', un tipo de fraude donde los estafadores establecen una relación a través de internet, ganan la confianza de la víctima y luego la convencen de realizar inversiones falsas, especialmente en criptomonedas.
Este tipo de fraude puede tomar semanas o incluso meses para ganar confianza antes de sugerir la inversión falsa.
La frase 'matanza de cerdos' proviene de un término de la mafia china, pero organizaciones como AARP prefieren llamarlo 'manipulación financiera'. Esta estafa se ha convertido en un problema serio y creciente a nivel mundial.
Las pérdidas por estafas de inversión, en su mayoría impulsadas por esta manipulación financiera, aumentaron considerablemente de 3,310 millones de dólares en 2022 a 4,570 millones en 2023, según el FBI. Estas estafas pueden ser devastadoras, como el caso de una viuda en Illinois que casi perdió 1 millón de dólares en una de estas estafas, o el de un hombre en Carolina del Norte que perdió 750,000 dólares.
Además de las víctimas financieras, hay muchas personas atrapadas trabajando forzadamente en los centros de estafa. Las estafas comenzaron en países como Myanmar y Camboya, pero se han expandido a otros lugares como las Filipinas y los Emiratos Árabes Unidos.
Los trabajadores en estos centros de estafa a menudo son forzados a cumplir cuotas de fraude, y aquellos que no cumplen son sometidos a abusos.
En 2023, más de 120,000 personas en Myanmar y 100,000 en Camboya fueron forzadas a participar en estas estafas, y el número continúa creciendo. Este tipo de fraude y explotación laboral se ha convertido en un problema mundial, y las víctimas necesitan apoyo urgente para poder prevenir estos delitos.