REGALOS NAVIDEÑOS

Este es el juguete que expertos aconsejan no regalar en Navidad a los niños; podrían verse afectados

Aunque no tiene vínculos con prácticas oscuras ni religiosas, estas preocupaciones han llevado a muchas familias a cuestionar su uso

Escrito en GLOBAL el

Durante las últimas dos décadas, “Elf on the Shelf” se ha convertido en una de las tradiciones navideñas más populares en Estados Unidos y otros países. El pequeño muñeco-elfo, que aparece cada diciembre en millones de hogares, se presenta como un enviado de Santa Claus cuya misión es vigilar el comportamiento de los niños y reportarlo directamente al Polo Norte. Sin embargo, lo que para algunas familias es un juego inofensivo, para otras se ha transformado en motivo de preocupación y rechazo.

La tradición nació en 2005 con la publicación del libro The Elf on the Shelf: A Christmas Tradition, escrito por Carol Aebersold y su hija Chanda Bell. El concepto es sencillo: el elfo observa en silencio durante el día y, por la noche, “regresa” al Polo Norte. Cada mañana aparece en un lugar distinto de la casa, reforzando la idea de que siempre está observando.

Regina Jennings, Psicóloga infantil y especialista en desarrollo emocional han advertido que este mensaje puede generar ansiedad, estrés y sensación de vigilancia constante en algunos niños, especialmente en edades tempranas. Diversos estudios en psicología infantil señalan que los menores construyen su conducta a partir del refuerzo positivo y la comprensión, no del miedo a ser castigados o vigilados de manera permanente.

La idea de que un personaje observe todo lo que hace un niño puede afectar su percepción de privacidad y autonomía.

Algunos padres reportan que sus hijos muestran temor a equivocarse, evitan expresar emociones negativas o preguntan constantemente si el elfo “los está viendo”.

Otro punto de crítica es el mensaje moral que transmite la dinámica

A diferencia de fomentar valores como la empatía o la responsabilidad interna, el elfo refuerza una conducta basada en la obediencia por supervisión externa, lo que, según especialistas, puede debilitar la autorregulación emocional a largo plazo.

Además, en redes sociales han surgido debates sobre el impacto cultural del muñeco. Mientras algunos padres lo consideran una herramienta divertida para incentivar el buen comportamiento, otros lo describen como “inquietante” o “espeluznante”, debido a su sonrisa fija, su presencia silenciosa y su rol de vigilante.

Aunque “Elf on the Shelf” no tiene ninguna relación con prácticas ocultas, su polémica se centra en el impacto psicológico y educativo que puede tener en los niños. Por esta razón, cada vez más familias deciden no incorporarlo a sus celebraciones navideñas, optando por tradiciones que refuercen la confianza, la comunicación y el disfrute sin presión.