Durante la temporada navideña, muchas familias buscan formas de celebrar que vayan más allá de los regalos y la comida. Una tradición que ha perdurado en distintas culturas y que expertos en rituales navideños recomiendan es encender velas navideñas en casa, un gesto sencillo pero cargado de simbolismo.
De acuerdo con especialistas en costumbres y tradiciones, cada vela encendida representa esperanza, paz, amor o prosperidad. Colocarlas en un lugar visible, como un centro de mesa o cerca de una ventana, permite que el simbolismo se comparta con todos los integrantes de la familia y con quienes visitan el hogar.
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El procedimiento es sencillo
En la tradición cristiana, las velas navideñas simbolizan la luz de Cristo, la esperanza, la paz y la bienvenida a la temporada festivas, es recomendable elegir velas de colores tradicionales, como rojas, verdes y blancas, y encenderlas por la noche. Mientras la luz ilumina el espacio, cada miembro de la familia puede dedicar un pensamiento positivo o un deseo para el nuevo año. Este momento se convierte en una práctica de reflexión, gratitud y unión familiar.
Además, según instructores de rituales navideños, la luz de las velas no solo aporta ambiente cálido y acogedor, sino que también se asocia con la intención de atraer energías positivas al hogar. Se recomienda repetir el ritual durante varios días de la temporada, incrementando la conexión con los valores que se desean fortalecer: amor, armonía, prosperidad y esperanza.
Para quienes desean un toque extra de creatividad, los especialistas sugieren acompañar la práctica con decoraciones naturales, como ramas de pino, piñas o cintas rojas y verdes, que potencian el espíritu festivo y hacen del ritual una experiencia más completa.
Este sencillo acto de encender velas no requiere preparación compleja ni materiales costosos, pero sí invita a la intención consciente y a la reflexión, convirtiéndose en una tradición que puede adaptarse a cualquier hogar y que fortalece los lazos familiares durante la Navidad.
