Hace algunos días, Estados Unidos incautó el petróleo de un carguero procedente de Venezuela y que forma parte de la llamada flota fantasma, buques que transportan el crudo de países sancionados por la comunidad internacional, como Rusia, Irán y Venezuela.
La maniobra encendió las alarmas sobre sus posibles consecuencias y fue seguida de un mensaje del propio Donald Trump revelando su nueva estrategia. “Por el robo de nuestros activos y por muchas otras razones, incluyendo el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas, el régimen venezolano ha sido designado como organización terrorista extranjera. Por lo tanto, hoy ordeno un bloqueo total y completo de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela”, precisó.
Gilberto Aranda, analista internacional de la Universidad de Chile, destacó a DW que “lo que pretende esta medida es estrangular la capacidad económica del régimen de Maduro para hacerlo zozobrar”.
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Tiziano Breda, analista para América Latina y el Caribe de Armed Conflict Location & Event Data (ACLED), coincide en la asfixia económica que significa para Venezuela el bloqueo petrolero impuesto por Trump.
ESCOLTAS
La armada venezolana ha comenzado a escoltar buques petroleros provenientes de las costas orientales del país camino a alta mar, de acuerdo con una información publicada en el rotativo estadounidense The New York Times.
¡NO MÁS SANGRE!
La presidenta Claudia Sheinbaum, llamó a Estados Unidos y Venezuela a trabajar juntos para evitar “un derramamiento de sangre” y ofreció mediar entre ambos países para un diálogo diplomático
