A partir de noviembre de 2025, los centavos estadounidenses dejarán de fabricarse y serán retirados gradualmente de la circulación.
Sin embargo, conservarlos o darles un nuevo uso puede representar una oportunidad económica, histórica y hasta creativa para millones de personas.
¿Qué hacer con los 'pennies'?
El fin de los 'pennies' marca un cambio simbólico en la economía estadounidense. La Casa de la Moneda ha decidido suspender su producción debido al alto costo de fabricación, superior a su valor real y a la disminución de su uso cotidiano.
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Aunque su retiro comenzó oficialmente este mes, los centavos seguirán siendo válidos como medio de pago en tiendas, bancos y transacciones internacionales que acepten dólares. No habrá prisa por deshacerse de ellos, pero sí conviene saber cómo aprovecharlos.
Para quienes aún conservan frascos, alcancías o cajas llenas de estas monedas, la primera opción sigue siendo práctica: pueden utilizarse para compras o cambiarse en instituciones financieras.
Muchos bancos ofrecen máquinas de conteo gratuitas o cobran una comisión mínima para convertirlos en billetes o monedas de mayor denominación.
Ediciones especiales de gran valor
Pero no todos los centavos valen lo mismo. Algunos, especialmente los llamados wheat pennies (acuñados entre 1909 y 1958) o las ediciones de 1943 en cobre, alcanzan precios impresionantes en subastas numismáticas.
Revisar los años y estados de conservación puede revelar verdaderos tesoros. Guías especializadas como el Red Book 2026 o servicios de certificación profesional como NGC y PCGS ayudan a determinar su valor exacto.
Si la colección no contiene rarezas, los pennies pueden transformarse en objetos decorativos o materiales de reciclaje. Desde mosaicos artísticos hasta pesos de cortinas o elementos para manualidades, su composición metálica, cobre y zinc, los vuelve útiles y atractivos para proyectos creativos. Eso sí: fundirlos sigue siendo ilegal.
Finalmente, agruparlos en rollos y venderlos en línea o a coleccionistas es una manera sencilla de obtener un ingreso adicional. Con el tiempo, la escasez podría aumentar su demanda.