La tensión entre manifestantes y autoridades de migración en Illinois, Estados Unidos, se intensificó después de que un video viral mostrara al reverendo David Black siendo alcanzado por balas de pimienta mientras protestaba frente a un centro de detenciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
El incidente, ocurrido el pasado 19 de septiembre, fue difundido recientemente y ha generado controversia nacional sobre el uso de la fuerza por parte de los agentes.
El momento del enfrentamiento
La grabación, difundida por TMZ, muestra al reverendo Black levantando las manos en señal de súplica mientras otros manifestantes gritaban consignas frente al inmueble. Desde el techo, agentes armados observaban la protesta y uno de ellos dispara contra la cabeza del reverendo.
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Tras recibir el impacto, Black se desploma al suelo mientras sus compañeros intentan protegerlo y continúan la protesta con más intensidad.
Justificación de las autoridades
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió un comunicado asegurando que el video viral muestra únicamente una parte del conflicto.
Según el informe oficial, los manifestantes habían lanzado piedras, petardos y botellas contra el edificio, poniendo en riesgo la seguridad de los presentes y de los detenidos. Además, los agentes sostienen que se les había advertido en varias ocasiones que detuvieran sus acciones y se movieran para no obstaculizar las operaciones del centro.
El DHS detalló que la protesta bloqueaba la salida de un vehículo y que el reverendo había tenido conflictos previos con la secretaria Kristi Noem.
Les advirtieron verbalmente que usarían la fuerza si no se movían y dejaban de obstaculizar las operaciones. No obedecieron.
Reacciones y debate
La difusión del video ha desatado un debate en redes sociales y medios de comunicación sobre el límite del uso de la fuerza por parte de agentes federales frente a manifestantes pacíficos, así como la transparencia de los protocolos de seguridad en los centros de detención.
Activistas y líderes religiosos han cuestionado la actuación de ICE, mientras las autoridades insisten en que la fuerza empleada fue necesaria para garantizar la seguridad de todos los involucrados.