El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció un nuevo ataque en el Caribe, justo frente a la costa de Venezuela, contra una presunta embarcación de narcotraficantes. El operativo dejó un saldo de cuatro muertos, según informó en la red X, donde además compartió un video del momento del impacto.
Siguiendo las órdenes del presidente Trump, dirigí un ataque letal contra una embarcación narcotraficante afiliada a organizaciones designadas como terroristas.
Una operación polémica en aguas internacionales
El Pentágono aseguró que el ataque se realizó en aguas internacionales mientras la embarcación transportaba “cantidades sustanciales de narcóticos con destino a Estados Unidos”. Se trata del quinto operativo de este tipo en la región, que hasta ahora suma al menos 21 muertos.
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El Congreso estadounidense ya ha discutido el tema a puerta cerrada, pues existe debate sobre la legalidad de atacar embarcaciones en aguas internacionales sin una amenaza directa.
La administración Trump sostiene que se trata de un “conflicto armado no declarado” contra grupos narcotraficantes que, según el Pentágono, están cada vez “mejor armados, organizados y violentos”, y son responsables de la muerte de miles de estadounidenses por consumo de drogas.
Respuesta venezolana y clima de tensión regional
Caracas, por su parte, rechaza las acusaciones de que el gobierno de Nicolás Maduro encabece una red de narcotráfico. Como respuesta al despliegue militar de Washington, Venezuela lanzó ejercicios militares y movilizó a sus milicias, calificando los ataques como una “amenaza directa”.
La tensión escaló aún más cuando el gobierno venezolano denunció que aviones estadounidenses habrían realizado incursiones ilegales en su espacio aéreo.
Maduro incluso adelantó que evalúa declarar un estado de conmoción exterior, una medida excepcional que nunca se ha aplicado y que ampliaría sus poderes en caso de conflicto armado.
Mientras Trump asegura que los ataques han reducido significativamente el tráfico marítimo de drogas, el Pentágono advierte que las operaciones continuarán hasta “eliminar la amenaza contra el pueblo estadounidense”.