El shutdown en Estados Unidos ha puesto al borde del colapso uno de los programas sociales más importantes del país: el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), las conocidas estampillas de alimentos.
Esta iniciativa, que distribuye mensualmente más de 8 mil millones de dólares en beneficios a familias de bajos recursos, podría suspender sus pagos a partir del 1 de noviembre por falta de presupuesto federal.
Peligran 42 millones que dependen de estampillas
El Departamento de Agricultura confirmó que los recursos disponibles para octubre ya fueron asignados antes del cierre del gobierno, pero los fondos de contingencia, estimados en unos 6 mil millones de dólares, no pueden utilizarse para cubrir las obligaciones del mes siguiente, ya que están legalmente destinados a atender desastres naturales o emergencias.
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El estancamiento legislativo en el Congreso es la causa directa de esta crisis. Desde el Ejecutivo se atribuye la responsabilidad al Partido Demócrata, al que acusan de haber bloqueado en repetidas ocasiones las votaciones para financiar el programa.
Sin embargo, los demócratas aseguran que son los republicanos quienes condicionan la aprobación del presupuesto a recortes en políticas sociales y de salud pública.
Diversos estados comenzaron a preparar planes de contingencia ante la posible suspensión. En California, el gobernador Gavin Newsom ordenó el despliegue de la Guardia Nacional y destinó 80 millones de dólares adicionales para reforzar los bancos de alimentos. Otros estados han comenzado a advertir a sus residentes sobre posibles retrasos o reducciones en los beneficios.
Impacto social severo
El impacto social sería severo: más de 16 millones de menores, ocho millones de adultos mayores y cuatro millones de personas con discapacidad dependen del SNAP para cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
Expertos del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas advierten que la falta de acción inmediata podría agravar la pobreza y la inseguridad alimentaria en todo el país.
Si el shutdown en Estados Unidos continúa sin una solución política, el costo humano será incalculable y por la falta de estampillas alimentarias millones de mesas en todo el país quedarán vacías.
