Aunque para muchos cortarse el cabello es solo cuestión de estética o rutina, hay quienes prefieren mirar al cielo antes de pedir cita con su estilista. Según la fase en la que se encuentre la Luna, el resultado del corte podría variar, o al menos así lo asegura la creencia popular.
El calendario lunar, una herramienta ancestral que ha guiado tanto la agricultura como los rituales de belleza, sigue siendo para muchos una referencia simbólica. En culturas orientales como la china, este calendario marca decisiones cotidianas y eventos importantes; mientras que, en Occidente, cada vez más personas lo consultan para coordinar cortes de cabello, depilaciones o tratamientos capilares.
Te podría interesar
La estilista Conchi Arias, fundadora del salón Campos Curlhair en Granada así lo explica.
Si cortas el cabello mientras la Luna está en cuarto menguante, crecerá más lentamente; en cambio, si lo haces durante la fase creciente, el crecimiento será más rápido.
Esta práctica se complementa con el calendario biodinámico, utilizado por agricultores para sembrar y cosechar, que también se ha adaptado al mundo del bienestar y la belleza. Así, las fases lunares se convierten en una guía simbólica para quienes buscan fortalecer el cabello, estimular su crecimiento o depilarse con mejores resultados.
En noviembre de 2025, la Luna Llena llegará el día 5 conocida como la Luna del Castor, mientras que la Luna Nueva será el 20, acompañada de la lluvia de estrellas Leónidas. Las fechas más favorables según el calendario lunar son:
- Para fortalecer el cabello: del 25 al 28 de noviembre
- Para que crezca más rápido: 25 y 26 de noviembre
- Para depilarte y retrasar el crecimiento del vello: del 8 al 12, y del 17 al 27 de noviembre
Aunque la ciencia no ha encontrado evidencia sólida que respalde esta influencia lunar, muchos aseguran notar resultados positivos. Tal vez se trate más de constancia y conexión personal que de efectos astronómicos, pero lo cierto es que el calendario lunar sigue siendo una forma poética de vincular la belleza con los ciclos naturales.
Porque, al final, cortar el cabello con intención puede ser más que un acto estético, una forma de sincronizarte con la naturaleza y contigo mismo.