En México los alacranes son muy comunes especialmente en temporada de calor, por lo cual es de suma importancia estar atentos, pues estos animales podrían aparecer en cualquier sitio y aunque no todos representan una verdadera amenaza es fundamental conocer sus diferencias entre los que si son peligrosos y así evitar una tragedia en caso de picadura.
Generalmente, los alacranes suelen salir de sus escondites naturales en busca de sombra y humedad, por lo cual es muy frecuente que estos entren a los hogares buscando grietas, ropa acumulada o zapatos.
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Un dato importante es que la República Mexicana alberga más de 280 especies de estos artrópodos pero en realidad pocas son realmente peligrosas pero eso si todas deben ser atendidas por un médico, dado que la reacción al veneno podría variar dependiendo del metabolismo de cada persona.
¿Cómo identificar a los alacranes venenosos de los inofensivos?
Según la UNAM, una forma práctica para identificar a los alacranes peligrosos está el mirar su físico:
- Pinzas: los alacranes más venenosos suelen tener pinzas delgadas y largas, similares a tenazas finas. En cambio, los no peligrosos muestran pinzas gruesas y cortas.
- Aguijón: los ejemplares venenosos presentan dos estructuras al final de la cola, una más grande que otra, utilizadas para inyectar veneno. Los inofensivos solo tienen una estructura más redonda.
- Color: aunque no es una regla estricta, los más peligrosos suelen ser amarillos claros o de tonos oscuros. Un ejemplo famoso es el alacrán de Durango, de color amarillo pálido.
- Tamaño: no es determinante, pero algunos de los más peligrosos suelen ser más pequeños que los inofensivos.
¿Qué se debe hacer ante una picadura?
En caso de que una persona sea picada por un alacrán, se deben tomar las siguientes medidas de forma inmediata.
- Acudir de inmediato a un centro médico, sobre todo si hay dolor intenso, entumecimiento, dificultad para respirar o visión borrosa.
- Evitar remedios caseros o succionar el veneno.
- No automedicarse; el antídoto tiene que ser aplicado por profesionales de salud.
La atención oportuna puede marcar la diferencia, especialmente en los niños, adultos mayores y personas alérgicas.