Un caso que ha conmocionado a la comunidad de Burleson, Texas, ocurrió cuando las autoridades descubrieron el cadáver de un joven de 26 años con necesidades especiales enterrado en el patio trasero de su casa.
La víctima, Jonathan Kinman, vivía con su madre, December Mitchell, y su padrastro, Jonathan Mitchell, quienes ahora se encuentran detenidos.
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El hallazgo se produjo durante un control de bienestar en el domicilio ubicado en el número 433 de White Oak Lane, tras recibir información de un amigo de la familia sobre una publicación confusa en Facebook de los padres lamentando la muerte de Kinman. Esto llevó a los investigadores a iniciar un seguimiento más profundo.
El subjefe de policía Doug Sandifer explicó que la pareja inicialmente afirmó que Jonathan había sido llevado al Hospital Hugeley, pero la información resultó ser inexacta y contradictoria, lo que aumentó las sospechas de los agentes.
El 15 de octubre, la policía, acompañada por los Texas Rangers, descubrió una tumba poco profunda en el patio trasero del domicilio. El cuerpo de Kinman fue exhumado y trasladado a la Oficina del Médico Forense del condado de Tarrant, donde se le practicó una autopsia; los resultados aún están pendientes para determinar la causa exacta de la muerte.
Los padres de Jonathan fueron acusados de manipulación y fabricación de pruebas físicas para perjudicar a un cadáver humano, un delito grave de segundo grado, y podrían enfrentar cargos adicionales dependiendo de los hallazgos de la investigación. Ambos están bajo fianza de 250,000 dólares cada uno.
Este lamentable suceso ha generado gran conmoción en la comunidad y resalta la importancia de denunciar cualquier situación sospechosa y de que las autoridades realicen revisiones oportunas en casos de personas con necesidades especiales que puedan estar en riesgo dentro de sus hogares.
