El gigante suizo Nestlé, reconocido por marcas como Nescafé, KitKat y alimentos para mascotas, anunció la eliminación de 16,000 empleos a nivel global durante los próximos dos años, como parte de un plan para recortar gastos y reestructurar su modelo operativo.
La decisión responde a una caída de ventas de más de $1,500 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2025 y busca generar ahorros de más de $1,200 millones hasta 2027, según explicó el nuevo CEO, Philipp Navratil.
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Navratil indicó que los recortes afectarán todas las áreas geográficas donde la compañía tiene presencia y que, pese a la incertidumbre económica y la volatilidad del consumo, Nestlé mantiene sus compromisos de inversión a mediano plazo.
Tras el anuncio, las acciones de la empresa en la Bolsa de Valores de Zurich subieron hasta un 8% durante la primera mitad de la sesión, mostrando la reacción positiva de los mercados ante las medidas de ahorro.
Recientemente, Laurent Freixe, director ejecutivo, fue despedido tras una investigación sobre una relación no revelada con una subordinada. Su lugar fue ocupado por Navratil, quien también lidera la marca Nespresso. Además, el presidente Paul Bulcke renunció anticipadamente, sumando inestabilidad a la cúpula directiva.
Externamente, la empresa ha enfrentado un aumento significativo en el costo de las materias primas, especialmente café y cacao, así como aranceles impuestos por Estados Unidos. La política arancelaria estadounidense gravó con un 50% productos brasileños como café y jugo de naranja, afectando la cadena de suministro global.
Brasil provee aproximadamente el 30% del café consumido en Estados Unidos, seguido de Colombia con 20% y Vietnam con 10%.
El precio del cacao, afectado por desastres climáticos en zonas de producción, alcanzó máximos históricos en años recientes. Aunque en 2025 comenzó a estabilizarse, sigue siendo considerablemente más caro que hace dos años, impactando directamente los costos de producción de productos como chocolates y confitería.
Frente a estos retos, Nestlé ha buscado compensar la inflación de costos mediante incrementos de precios en sus productos durante el verano, intentando equilibrar su margen de ganancia y mantener la competitividad en el mercado global.
Con la reestructuración, la compañía suiza busca adaptarse a un entorno económico complejo, mejorar la eficiencia operativa y garantizar la sostenibilidad financiera de la empresa para los próximos años, aunque los recortes laborales representan un duro golpe para miles de trabajadores y sus familias.
