En Texas, existe una infracción de tránsito poco conocida pero real, abrir la puerta de un vehículo mientras está en movimiento, o incluso cuando está detenido, pero con el motor encendido, si esto crea un peligro para otros usuarios de la vía. La ley, contemplada en el Capítulo 545 del Código de Transporte de Texas, busca prevenir accidentes, especialmente los que involucran ciclistas, motociclistas o peatones que podrían ser golpeados por una puerta abierta inesperadamente.
Aunque puede parecer una regla menor, la multa puede ser significativa, hasta $200 dólares, dependiendo de la ciudad. Por ejemplo, en Fort Worth la sanción alcanza los $189 dólares, mientras que en Arlington puede llegar a $203 dólares.
Te podría interesar
Además del costo económico, quienes cometen esta infracción se exponen a responsabilidad legal si provocan un accidente o causan lesiones. A pesar de la existencia de esta norma, muchos conductores la cometen sin darse cuenta. La principal razón es la falta de conocimiento, no todos saben que abrir la puerta de un auto en movimiento es ilegal.
Otros factores incluyen la distracción, sobre todo al estacionarse, y la comodidad, ya que algunas personas abren la puerta rápidamente para facilitar la entrada o salida del vehículo, sin revisar el entorno.
Los riesgos van más allá de la multa
Abrir la puerta descuidadamente puede provocar colisiones con ciclistas o motociclistas, accidentes que en muchos casos resultan en lesiones graves o daños a terceros. Por ello, los expertos en seguridad vial recomiendan verificar siempre el entorno antes de abrir la puerta, hacerlo con cuidado y estacionarse en lugares donde la apertura no represente peligro.
Aunque parezca un detalle menor, esta norma refleja la importancia de la prudencia y la conciencia en la conducción. Lo que para algunos puede ser un simple descuido, para otros puede resultar en un accidente serio, además de una multa que puede superar los $200 dólares.
Conducir con atención y respetar las reglas de tránsito, incluso las más inusuales, puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y un incidente evitable.
