Una masiva masa de aire ártico está barriendo gran parte de los Estados Unidos, sumiendo a 40 estados en una ola de frío de proporciones históricas.
Aunque no se prevén récords históricos de temperaturas bajas, las condiciones serán lo suficientemente severas como para representar un peligro para quienes no se protejan adecuadamente.
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El SMN añadió que más de 200 millones de estadounidenses enfrentarán temperaturas entre 5 y 30 grados Fahrenheit (alrededor de 3 a 16 grados Celsius) por debajo de lo normal.
La helada se extenderá por todo el país, salvo en la costa oeste y en Florida. Estados como Kansas y Missouri, que recientemente recibieron nevadas, estarán bajo cero.
Se espera que esta ola de frío persista por al menos dos semanas en la mitad oriental del país, afectando a las Grandes Llanuras, el valle del Mississippi, el valle de Ohio y los Apalaches, donde las temperaturas rondarán entre los -12°C y -7°C, especialmente en zonas cubiertas de nieve.
Los modelos meteorológicos indican que este fenómeno se mantendrá estacionario en el este del país, lo que podría hacer de enero de 2024 el mes más frío desde 2022, y potencialmente el más helado desde 2014 o 2011.
Impactos de la ola de frío:
- Riesgos para la salud: Las temperaturas extremas pueden provocar hipotermia, congelación y otras afecciones relacionadas con el frío
- Disrupciones en la vida diaria: Es posible que se cierren escuelas, se cancelen vuelos y se restrinjan actividades al aire libre
- Mayor demanda de energía: El consumo de calefacción aumentará, lo que podría generar presiones en las redes eléctricas
Medidas de emergencia
Dada la gravedad de la ola de frío, varios estados ya han comenzado a habilitar albergues temporales para aquellas personas en situación de calle o quienes necesiten resguardarse de las bajas temperaturas.
Las autoridades locales están instando a la población a mantenerse en sus hogares y acudir a estos albergues si no cuentan con calefacción o condiciones adecuadas para protegerse del frío.
Este fenómeno se debe al vórtice polar, una zona de baja presión y aire extremadamente frío que rodea el Polo Norte. En ocasiones, este vórtice pierde fuerza y se desplaza hacia el sur, lo que provoca una caída drástica de las temperaturas en regiones más cálidas.