El fenómeno de La Niña, que marca el enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, está configurando un invierno complejo en Estados Unidos.
En el sur, regiones como Arizona, Texas y Florida enfrentan un panorama alarmante con sequías intensificadas e incremento en el riesgo de incendios forestales.
Actualmente, un 38.9% del territorio continental del país enfrenta sequía, una mejora respecto al 54% registrado en octubre, pero los meteorólogos advierten que las condiciones en el sur podrían deteriorarse hasta marzo de 2025.
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Sequías prolongadas e impactos agrícolas
La falta de lluvias y humedad en el suelo afecta gravemente los recursos hídricos y la agricultura. En estados como Indiana, Illinois y Michigan, los bajos niveles de agua en ríos y pozos agravan los problemas para los agricultores y el ecosistema.
Según el climatólogo Brian Fuchs, ‘el fuego es probablemente el mayor peligro este invierno’, con el sur del país especialmente vulnerable.
Regiones con esperanza: lluvias en el norte
Mientras el sur se prepara para enfrentar desafíos severos, el norte del país podría beneficiarse de precipitaciones más abundantes. En regiones como el Noreste y las Montañas Rocosas, las lluvias recientes han permitido una mejora significativa en las condiciones de sequía.
Estados como Nueva York incluso levantaron su alerta de sequía en noviembre tras dos décadas.
Preparación y mitigación: claves para enfrentar La Niña
La combinación de sequías prolongadas e incendios forestales subraya la importancia de la preparación.
Los expertos instan a conservar agua y tomar medidas preventivas para mitigar el impacto en las comunidades más vulnerables.
El invierno promete ser un periodo de contrastes extremos, mientras algunas regiones ven alivio, otras enfrentan desafíos climáticos que podrían marcar el próximo año.