El estreñimiento afecta aproximadamente al 30% de la población, con una incidencia mayor en mujeres, especialmente después de los 65 años. Hay quienes aseguran que darte golpecitos en las rodillas con las manos ayuda a combatir el estreñimiento: ¿esto es un mito o una realidad científica?
Golpecitos en las rodillas para combatir el estreñimiento
Aunque las causas incluyen una dieta baja en fibra, la deshidratación y la vida sedentaria, una postura incorrecta al evacuar también juega un papel fundamental.
Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una interrogante curiosa: ¿Por qué golpecitos suaves sobre la rodilla podrían ayudar en el estreñimiento?
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La respuesta no está en los nervios de la rodilla, como podría pensarse, sino en la postura corporal que estos golpecitos inducen.
Cuando inclinamos el torso hacia adelante para tocarnos las rodillas, la vibración generada puede transmitirse hacia la región abdominal, estimulando indirectamente el colon.
Posturas efectivas
Esta postura también puede emular la posición de cuclillas, que facilita la alineación natural del tracto intestinal y reduce la presión en el recto.
Históricamente, la humanidad adoptó la posición de cuclillas para evacuar, como lo reflejan los diseños de los antiguos inodoros de hoyo a nivel del suelo.
Este método sigue siendo común en varias culturas, especialmente en Asia y Medio Oriente. Estudios contemporáneos respaldan su eficacia al reducir problemas como el estreñimiento, las hemorroides y patologías del suelo pélvico.
La postura moderna al usar un inodoro estándar, con los pies apoyados en el suelo, puede comprimir el recto y dificultar la evacuación.
Para contrarrestar esto, dispositivos como el "Squatty Potty" han ganado popularidad. Este taburete permite elevar las piernas, imitando la posición de cuclillas y facilitando una evacuación más completa y saludable.
Si bien los golpecitos en la rodilla no tienen un respaldo médico directo, podrían ayudar a muchos a adoptar una postura más favorable.
En esencia, el éxito radica en replicar los movimientos y posiciones que la naturaleza nos dicta, recordándonos que, a veces, la clave para resolver problemas comunes está en volver a lo básico.