El Año Nuevo es una celebración global que se vive de manera diferente dependiendo del huso horario en el que se encuentren los países. Mientras que algunos ya están celebrando, otros aún esperan la llegada del nuevo año.
La razón de esta diferencia se debe a la rotación de la Tierra y a cómo se han establecido las zonas horarias, las cuales están basadas en la longitud y hacen que las celebraciones se distribuyan a lo largo del día.
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Husos horarios: el papel fundamental
Los husos horarios son fundamentales para entender cómo y por qué unos países celebran antes que otros. Estos sirven para medir el tiempo en función de la posición de cada región en el planeta, tomando como referencia el Meridiano de Greenwich (GMT).
Gracias a esta referencia, la sincronización de eventos internacionales es mucho más sencilla, aunque eso también implica que no todos los países reciben el Año Nuevo al mismo tiempo.
Kiribati: el primer país en recibir el Año Nuevo
El honor de ser el primer lugar en celebrar el Año Nuevo 2025 recae sobre Kiribati, una pequeña nación insular en el océano Pacífico. Kiribati se extiende a través de varios husos horarios, pero es la Isla de la Navidad, ubicada cerca de la línea internacional de cambio de fecha, la que marca el primer minuto del Año Nuevo.
A pesar de su tamaño pequeño, con solo 642 km², este país tiene una gran relevancia al ser el primero en iniciar las festividades.
Últimos en recibir el Año Nuevo: las Islas Howland y Baker
Mientras muchos países ya celebran el Año Nuevo, las Islas Howland y Baker, deshabitadas y pertenecientes a los Estados Unidos, son los últimos territorios en recibir el Año Nuevo 2025.
Estas islas, ubicadas en el Pacífico, tienen una diferencia horaria de 12 horas respecto al Meridiano de Greenwich y marcan el final de las celebraciones globales.
La llegada del Año Nuevo es un evento que se experimenta de manera única en cada rincón del planeta, gracias a los husos horarios y a la diversidad cultural.