Las normas de tránsito son claras y deben cumplirse en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde las sanciones por infracciones pueden variar dependiendo de la gravedad de los daños causados.
Para los inmigrantes, tanto legales como indocumentados, algunas infracciones pueden tener consecuencias aún más graves, como la pérdida de su estatus migratorio y la posibilidad de ser deportados.
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Una de las faltas más graves que un inmigrante puede cometer es conducir bajo los efectos del alcohol o drogas.
Aunque esta es una violación seria para cualquier conductor, para los inmigrantes puede significar la pérdida de su residencia legal, la negación de la ciudadanía o la inadmisibilidad en el país.
Incluso quienes tienen licencias provisionales en estados como California, que permiten a los indocumentados conducir legalmente, podrían enfrentar sanciones severas.
Los inmigrantes que estén en proceso de naturalización también pueden ver afectado su estatus migratorio si son detenidos por manejar ebrio o bajo los efectos de sustancias.
Las consecuencias incluyen la revocación de su residencia, la negación de la ciudadanía o incluso la deportación.
Cabe destacar que esta sanción se aplica independientemente de las leyes estatales donde se cometa la infracción, y las autoridades migratorias tomarán en cuenta estos antecedentes al evaluar el estado migratorio del individuo.
Por lo tanto, es crucial que los inmigrantes eviten manejar bajo los efectos de alcohol o drogas para evitar consecuencias legales y migratorias graves.