La tragedia marcó la década de 1980 en Europa, hasta la fecha ha sido catalogada como la peor tragedia del buceo en el Mar del Norte, ahí cinco trabajadores que se desempeñaban como técnicos en el fondo del mar perdieron la vida, de una forma brutal e increíble.
Fue el 5 de noviembre de 1983 donde cuatro buzos que trabajaban en la plataforma marina de perforación petrolera 'Byford Dolphin' se internaron a las profundidades del mar para realizar sus labores, sin saber que sería la última vez que lo harían.
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La plataforma petrolera fue instalada en el Mar del Norte del océano Atlántico, ubicado en aguas de Noruega, Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Bélgica y Francia.
La plataforma marítima de exploración petrolera Byford Dolphin.
Una campana de buceo, era una especie de recámara rígida que se utilizaba para que los buzos descendieran a las profundidades sin sufrir ningún daño por las altas presiones bajo el océano, incluso, los hombres subían y bajaban todos los días, usualmente varias veces al día, pero un descuido humano ocasionó la tragedia.
El 5 de noviembre de 1983 los hombres iban a salir de la cápsula que mantiene la presión interna en niveles seguros para moverse hacia el área de descompresión, donde serían protegidos del cambio brusco de presión que se produce al bajar del fondo del agua.
Según un reporte, los hombres entraron a la cámara y se quitaron sus trajes de seguridad para reunirse con el resto de sus compañeros que aguardaban abajo descansando; un buzo desde el exterior abrió la compuerta que conectaba el túnel por el que pasaban hacia la cámara con la campana.
Ocurrió la tragedia de descompresión
Nadie se dio cuenta de que la escotilla que conectaba el túnel con la cámara de descompresión no se había cerrado por completo, lo que desencadenó una caída abrupta de la presión en el interior del dispositivo, llegando a ser incluso nueve veces mayor que la del exterior.
Los cuatro buzos, dos de ellos llamados Roy Lucas y Bill Crammond, permanecían en la cámara murieron en menos de un segundo, por el cambio brusco de presión, que hizo que los fluidos de sus órganos se expandieron en condiciones inhumanas, lo que, a su vez, destruyó sus cuerpos por completo.
La descompresión descontrolada también mató al quinto hombre, quien no sobrevivió a las heridas que le causó el choque de presión que lo arrojó lejos violentamente.
Al descenso de la presión también se le conoce técnicamente como descompresión explosiva, lo que hace referencia a la rapidez y violencia con que el aire salió del objeto y los cuerpos de los buzos.
Al no encontrarse daños en las compuertas de la campana, las autoridades a cargo de la investigación no tuvieron más remedio que asumir que el quinto hombre, al parecer en un descuido, se apresuró a abrir la compuerta sin haber recibido indicaciones de uno de sus compañeros que estaba en el cuarto de control.