Este miércoles 24 se cumplirá un año de la tragedia que enlutó al pueblo de Uvalde, Texas, donde un atacante solitario de nombre Salvador Ramos, entró a la Escuela Primaria Robb, y mató a 19 niños y dos maestras con un rifle.
De los heridos, la pequeña Mayah Zamora vive ahora aterrada por lo que vivió, además de que por los siete proyectiles de bala que recibió tuvieron que ser curados por una cantidad considerable de operaciones.
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Luego de 66 días de permanecer internada en un hospital, Mayah fue dada de alta y ahora vive con sus padres en San Antonio, ciudad a la que se cambiaron tratando de olvidar la pesadilla de Uvalde.
Ese día, 142 estruendos de disparos soltó el asesino que mató a los 19 inocentes de la primaria.
La madre de Mayah, Christina Graciano Zamora, dijo que su hija fue sometida a 'bastantes cirugías' y que además, vive con el trauma psicológico de lo sucedido, donde vio morir a sus compañeros victimas de las balas asesinas.
Además, Mayah también tiene marcas en sus brazos. Incluso, le tuvieron que reconstruir su mano derecha.
“Ella demuestra un miedo de este mundo que nunca había tenido”, cuenta la mamá. Sobre todo, ella manifiesta un trauma sobre todo cuando está con personas desconocidas.
Cuando Christina se enteró que su hija estaba en la lista de estudiantes heridos, "quería estar cerca de ella", recordó.
El haberse mudado a San Antonio le ha sentado bien poco a poco a la pequeña Mayah, pues ahora se ha encontrado con un uevo grupo de amigas que han sido muy conscientes del dolor que sufrió en la escuela de Uvalde, donde han llegado cientos de personas aponer flores afuera del colegio en recuerdo de aquel trágico día.