Este lunes, el Ministerio del Ambiente y Agua de Ecuador, informó de la caída del "Arco de Darwin", formación rocosa en las Islas Galápagos, debido a la erosión natural de la piedra.
En un fenómeno predecible, pero inesperado, el arco que fue testigo de la llegada del famoso biólogo, y del cual recibió su nombre, se desprendió de sus bases para caer en el mar, en algún punto de la noche-madrugada.
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La formación rocosa, famosa por ser uno de los mejores lugares para practicar buceo, cedió ante la naturaleza.
En las imágenes se observa lo que ahora es un par de pilares que sostenían un arco rocoso, producto de la erosión del viento y el mar de millones de años.
Los arcos estaban dentro del Parque Darwin, en Ecuador, un lugar turístico que estaba abierto al público en general.
Charles Darwin, a quien el entonces arco debe su nombre, descubrió las islas en sus viajes por el sur de América, en 1835. En ellas observó un fenómeno que más adelante sería parte de sus postulados de la evolución. Un mismo tipo de pinzón, pero cada uno con diferente tipo de pico.
Analizando a cada uno de los ejemplares de las islas, confirmó que cada especie de pinzón había desarrollado una adaptación a su entorno, con el único fin de asegurar la supervivencia.
Así, y con otros ejemplos vistos, Charles Darwin publicaría "El origen de las Especies", libro que lo marcaría en la historia de la humanidad.
Las islas Galápagos, a 1.000 km frente a la costa de Ecuador, poseen flora y fauna únicas en el mundo y forman parte de la reserva de la biosfera. Son consideradas Patrimonio Natural de la Humanidad, por lo que su conservación es vital.
Están conformadas por 234 islas, islotes y rocas. Además, en ellas viven alrededor de 300 mil personas.
Ahora, uno de los atractivos turísticos de las islas Galápagos descansa bajo el mar, un testigo real del paso del tiempo en este planeta.
JGR