Ante el aumento de casos de obesidad en Estados Unidos, las aerolíneas norteamericanas están analizando la posibilidad de pesar a pasajeros antes de abordar.
La medida sería implementada para cumplir con los límites permitidos por la Administración Federal de Aviación (FAA),
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Aún no existe una fecha definida para que el requisito entre en vigor, pero lo que hasta ahora se sabe es que será voluntaria y que en caso de que el pasajero no se quiera pesar, deberá seleccionar a otro viajero del vuelo.
Datos de peso serán confidenciales
La FAA advierte que el proceso será con carácter confidencial y discreto.
Según el New York Post los índices de obesidad durante la pandemia se han disparado, lo que ha ocasionado que el límite de peso total que exigen por vuelo ya haya sido rebasado.
AirIndight Group analiza esta iniciativa el grupo pedirá a las aerolíneas primero realizar encuestas para definir los “pesos promedio estándar” de los pasajeros más lo que pese la tripulación, el equipaje y demás elementos a bordo de las aeronaves.
Actualmente, las empresas aeronáuticas utilizan los estándares de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para formular sus estadísticas.
En un avión pequeño se tiene calculado que pueden viajar entre 5 y 29 pasajeros; un aeronave grande tiene capacidad hasta para 71 pasajeros.
Según las autoridades aeroportuarias, al incrementarse el número de personas que presentan obesidad, es necesario recalcular el peso para saber los límites que puede cargar el avión.
Este cálculo solo se puede saber teniendo el conocimiento del peso exacto de cada pasajero.
Según los nuevos estándares que buscan implementar, para los pasajeros adultos promedio con equipaje de mano se aumentará el peso a 86 kilo en el verano y 88 kilos en invierno, mientras que, para las mujeres, será de 65 a 179 libras en verano y 150 a 81 kilos en invierno.
Datos de este tipo ayudan para calcular el equilibrio y la quema de combustible de un avión.
¿Cómo sería el procedimiento?
Se elegirá a un pasajero de manera aleatoria y un empleado le pedirá que se suba a la báscula antes de abordar el avión. Si no quiere, el pasajero proporcionará su peso y se agregarán 4.5 kilos más por su ropa.
De acuerdo a datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, más de 60 millones de estadunidenses adultos de más de 20 años son obesos.
La lectura de la báscula no la podrá ver ninguna persona más que el operador que está asignado para pesar a los pasajeros, esto con el fin de poder proteger la privacidad de los pasajeros, indicó la FAA.