INSÓLITO

Mujer se come las cenizas de su esposo; tiene miedo a perderlo

Una mujer perdió la pérdida de su esposo luego de un ataque de asma fulminante acabara con su vida. Aunque solo estuvieron casados por 10 meses, Casie la protagonista de esta historia reveló que al tenerlo muy cerca, con las cenizas mitigaría el dolor de su partida.

Dijo que era para tenerlo cerca y no quiere volver a perderlo.
Mujer se come las cenizas de su esposo; tiene miedo a perderlo.Dijo que era para tenerlo cerca y no quiere volver a perderlo. Créditos: Agencias
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CIUDAD DE MÉXICO.- Sin duda que los hechos insólitos no dejan de asombrarnos, hoy en día, las personas hacen cualquier tipo de cosas curiosas que llaman la atención. Un caso extraño se presentó en Estados Unidos, en donde una mujer reveló que se come las cenizas de su marido, y ahora tiene miedo de perderlo de nueva cuenta.

Una mujer sufrió la pérdida de su esposo luego de un ataque de asma fulminante acabara con su vida. Aunque solo estuvieron casados por 10 meses, Casie la protagonista de esta historia reveló que al tenerlo muy cerca, con las cenizas mitigaría el dolor de su partida.

Sin embargo, un día, Casie metió la mano a la urna en la que se encuentran las cenizas de su esposo y se llevó el dedo a la boca. Fue la primera vez que comió parte de los restos de su pareja.

Reveló que antes de esto, llevaba las cenizas a todos lados a donde fuera ella, pero seguía extrañándolo, pensó cómo hacerle para tenerlo más cerca, por lo que decidió comerlas.

“Esas cenizas eran mi marido, y no quería limpiarlas de mis manos. Así que, simplemente lo lamí de mis dedos. Y aquí estoy, casi dos meses después, y no puedo parar. Me estoy comiendo a mi marido. Tengo que dejar de comerlo. Lo he perdido una vez. Esta vez será mi culpa si lo pierdo de nuevo”, señaló.

Dijo que al peso del tiempo empezó a perder peso, pues su alimento sólo eran las cenizas de su marido.

Ahora Casie cree que la culpa de perderlo nuevamente, porque se está acabando las cenizas la aterra y sabe que no debe comerlas, pero no puede dejar de hacerlo.  Todo empezó con una idea muy descabellada, metió la mano a la urna y ahí fue la primera vez que comió las cenizas.

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