La tercera temporada de La Casa de los Famosos México sumó este domingo una nueva sorpresa: Facundo se convirtió en el sexto eliminado de la competencia, en medio de un ambiente cargado de polémica.
Su salida estuvo acompañada por rumores sobre un “pleito” con su novia, Dalia, tras una llamada de 30 mil pesos que contestó un hombre en lugar de ella, lo que dejó al conductor desconsolado y pensativo. Muchos de sus seguidores incluso especularon que él mismo habría pedido salir, pero la decisión final fue del público que no lo salvó.
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Ya en la postgala, Facundo aseguró sentirse aliviado.
No sé, se siente increíble estar afuera. La neta está bien chido despertar.
Sin embargo, confesó que aún tenía la ilusión de llegar a la final, aunque sabía que no sería el ganador.
Yo todavía tenía ganas de seguir en la batalla; quería estar en la final.
El momento en que se abrieron las puertas de la silla giratoria lo marcó profundamente. Según relató, ese suspiro que soltó fue de liberación.
Es como cuando en un sueño tu coche no prende, te persiguen zombies, tu novia te odia y tu mamá te quiere matar, pero despiertas y dices: ‘Qué ching*n, era un sueño’. Así fue salir de ahí.
En cuanto a su experiencia, calificó como “extremo” estar dentro de la casa y recordó que lo más desgastante era vivir nominado y enfrentarse a la tensión del carrusel. Reconoció también que en sus últimos días sentía que ya no tenía más qué aportar y que la energía comenzaba a faltarle. “Se me acababa la energía y ya no me aguantaba ni a mí mismo”, confesó.
Aunque no llegó a la meta que se había propuesto, Facundo destacó que lo que más le ilusionaba no era la final, sino las oportunidades que podrían abrirse en su vida profesional después del reality.
A pesar de la controversia con su novia, dejó claro que nunca pidió su salida: “Sería muy perdedor querer salirme yo cuando hay tanta banda dentro, incluyéndome a mí”.