Los recientes posteos de Britney Spears han vuelto a encender las alarmas entre sus fanáticos y su círculo cercano. La llamada “princesa del pop”, de 43 años, se muestra errática en redes sociales mientras vive en lo que allegados describen como una “mansión en completo desorden, cubierta de excremento de perro”.
Según PageSix y el Daily Mail, quienes hablaron con personas cercanas a la cantante, Spears estaría atravesando un nuevo episodio que recuerda a sus años más turbulentos:
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“Está atravesando un episodio ahora mismo, y vamos a verla luchar contra él como lo ha hecho durante años”, aseguró un allegado. Otro fue más directo: “Britney no está nada bien, todos a su alrededor están aterrorizados por su futuro”.
Videos extraños y mansión en caos
Los temores no solo provienen de testimonios: los propios seguidores de Spears han notado el estado de su hogar en algunos de sus posteos en Instagram. En un video reciente, la cantante baila en medio de una sala visiblemente sucia, con lo que parecían restos de excremento de perro en el piso.
“Jugando con la iluminación y limpiando mi casa como si no hubiera un mañana”, escribió la artista, aunque sus publicaciones dejaron más dudas que certezas.
La preocupación creció aún más este fin de semana, cuando Spears compartió un video en el baño de un restaurante tras una “cita fallida”, donde posó sensual con un vestido lencero negro, se levantó el atuendo frente a la cámara y escribió un confuso mensaje: “Cena de sushi, ¡pero tengo mi propia fiesta de chicas en el baño! Delicioso. El tipo estuvo absolutamente horrible”.
Un pasado marcado por el dolor
Tras recuperar su libertad en 2021, luego de años bajo la tutela de su padre, Spears publicó sus memorias “The Woman in Me”, donde confesó secretos de su vida personal y profesional. Allí también explicó por qué se muestra con tan poca ropa en redes sociales: para ella, posar semidesnuda es un símbolo de amor propio después de haber sido fotografiada y juzgada por otros durante décadas.
Aun así, el estado actual de Britney Spears preocupa a familiares, amigos y seguidores, que se preguntan si la cantante está realmente disfrutando de su libertad o si, como dicen algunos allegados, vive en un “paraíso venenoso” que amenaza con arrastrarla de nuevo a la oscuridad.