Raúl ‘Chato’ Padilla, quien dio vida a Jaimito el Cartero en 'El Chavo del 8', dejó una marca imborrable en la televisión mexicana.
Su personaje, protector del Chavo y amante de ‘evitar la fatiga’, ocultaba a un hombre cuya infancia quedó marcada por una madurez precoz y una vida dedicada al escenario.
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Sin embargo, su fallecimiento en 1994 está envuelto en un misterio que el propio Roberto Gómez Bolaños, ‘Chespirito’, alimentó en su biografía 'Sin querer, queriendo'.
Según escribió, Padilla murió en un set de grabación, en circunstancias casi cinematográficas.
Después de grabar, lo estuve esperando en la escalera para demostrarle que yo también podía brincar desde el quinto escalón. Pero no bajaba. Entonces subí para ver si le pasaba algo y lo que pasaba es que ya estaba muerto
Raúl 'Chato' Padilla falleció el 3 de febrero de 1994 a los 75 años, dejando un vacío en el elenco de Chespirito. Sus restos fueron cremados en el Panteón Civil de Dolores, en la Ciudad de México.
Hoy, su legado sigue vivo, tanto en los corazones de sus seguidores como en la estatua de Jaimito en Tangamandapio, el ficticio pueblo que el cartero hizo mundialmente famoso.
Padilla, con su ternura y humor, se convirtió en un símbolo de la inocencia que tanto protegió en pantalla y que sigue conmoviendo a generaciones.