Netflix no quiere perder la oportunidad de explorar el famoso caso de parricidio de los años 90 en Estados Unidos. El 7 de octubre, la plataforma lanzó un nuevo documental titulado Los hermanos Menendez, que se suma a su exitosa serie Monstruos.
Esta producción presenta una nueva perspectiva sobre un caso que ha resurgido en el ámbito judicial.
En el documental, los propios condenados, Lyle y Erik Menéndez, ofrecen su versión de los hechos ocurridos en su hogar de Beverly Hills en 1989. '¿Por qué matamos a nuestros padres? Quizá ahora la gente pueda conocer la verdad', comentan en el tráiler.
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¿Quiénes eran los Menéndez?
La familia Menéndez encarnaba el sueño americano. Jose Menéndez, originario de Cuba, emigró a Estados Unidos a los 16 años. Después de comenzar su carrera en Hertz, se estableció en la industria musical, colaborando con artistas como José Feliciano y Duran Duran, e incluso fundando su propia productora.
Casado con Mary Louise 'Kitty' Andersen desde jóvenes, tuvieron dos hijos, Lyle y Erik, y construyeron un patrimonio de 14 millones de dólares hasta su trágica muerte en 1989.
El crimen
El 20 de agosto de 1989, Jose y Kitty Menéndez fueron encontrados asesinados en su mansión. Inicialmente, los investigadores consideraron un ajuste de cuentas y la posible implicación de la mafia.
Sin embargo, fueron sus propios hijos, entonces de 21 y 18 años, quienes llamaron a la policía al descubrir los cuerpos.
A pesar de librarse de las sospechas inicialmente, su estilo de vida extravagante pronto despertó la atención de las autoridades.
En marzo de 1990, fueron arrestados y acusados de asesinato en primer grado, tras la revelación de una amante del psicólogo de Erik, quien informó que este confesó los crímenes durante las sesiones de terapia.
El juicio
Como se narra en la serie Monstruos, el caso presenta dos perspectivas opuestas. La fiscalía argumentó que el móvil de los hermanos era enriquecerse con la herencia familiar. En contraste, la defensa sostenía que actuaron por miedo, tras haber sufrido abusos físicos y sexuales por parte de su padre desde la infancia.
El jurado no creyó su defensa y, tras un proceso anulado en 1993, en 1996 fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Ahora, con 56 y 53 años, Lyle y Erik llevan 28 años en prisión, habiendo estado separados durante casi dos décadas por un plan de fuga descubierto.
Desde 2018, comparten el Centro Correccional Richard J. Donovan en San Diego. Ambos se casaron en prisión; Lyle en 2003 y Erik en 1997, con la activista Tammi Saccoma, quien lucha por su liberación junto a su hija Talia.
Una posible liberación
Recientemente, el caso ha vuelto a ser relevante, ya que la fiscalía de Los Ángeles está evaluando nuevas pruebas, incluida una carta de Erik en la que relata haber sido víctima de abusos.
Aunque la fiscalía sostiene que los hermanos son culpables, están considerando la posibilidad de revisar el caso.
Una audiencia judicial para discutir estas pruebas se llevará a cabo el 29 de noviembre. Además, en 2023, un exintegrante de Menudo, Roy Rosselló, afirmó haber sufrido abusos por parte de Jose Menéndez, un testimonio que se presenta en el documental Menendez + Menudo: Boys Betrayed.