La lucha libre es una tradición en México, con gladiadores que se disfrazan de superhéroes para cautivar a chicos y grandes, con movimientos increíbles sobre el ring.
Aunque el pancracio está muy arraigado en los mexicanos, hay luchadores de todo el mundo que vienen a México a aprender de leyendas de los encordados, tal es el caso de Flip Gordon, un exmiembro del ejército de los Estados Unidos, que se ha ganado el cariño y admiración del público.
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Con gritos de "¡Gringo, Gringo, Gringo!", Flip, cuyo nombre real es Travis Gordon Lopes Jr., deja todo en cada presentación, ya que afirma que su principal objetivo es cumplir con la gente que pagó un boleto.
El reto era mayúsculo, ya que su atuendo es el de un soldado estadounidense, lo que saca a relucir un tema complejo en la actualidad: las amenazas de Donald Trump de emprender acciones militares en su país, para deportar a miles de migrantes de otras naciones.
Irónicamente, Flip Gordon se ha convertido en un migrante que lucha en México, justo en un momento de intensa tensión entre ambos países.
Un giro en su historia
Aunque la mayoría de los extranjeros adoptan el bando de los rudos cuando aterrizan en territorio azteca, un giro inesperado ha colocado a Flip en la esquina técnica, debido a su estilo acrobático y fino, lo que le ha hecho ganarse a la fanaticada en cada arena en la que se presenta.
Lopes Jr. nació en el estado de Montana y se alistó en la Guardia Nacional del ejército en el año 2012, sirviendo durante seis años. Sus increíbles volteretas le ganaron el apodo de "Flip" desde que era niño, y su objetivo desde que tuvo uso de razón fue convertirse en el mejor luchador del mundo.
Desde su debut en el año 2017, ha recorrido varios países, y fue precisamente en uno de esos viajes que conoció a Barby Villela, de 36 años, quien es promotora de lucha libre en México. Con el paso de las semanas comenzaron una relación y eventualmente se casaron hace dos años.
Luchando de tiempo completo en este país, se sentía temeroso de personificar a un soldado estadounidense en el ring, pero el apoyo de los veteranos fue clave para perder ese miedo escénico y mostrar sus habilidades.
No fue nada sencillo, al principio los abucheos se escuchaban por toda la arena, ya que nadie quería apoyar a un soldado norteamericano, más aún con lo realidad que se vive hoy en día.
Sus rivales y muchos de los aficionados presentes se burlaban de él por ser un estadounidense que se quedó en México y no sabía hablar el idioma.
Promos en español
Poco a poco se fue adaptando a su nueva vida, utilizando más el español en las promos del Consejo Mundial de Lucha Libre, y en sus mismas redes sociales, con la ayuda de su esposa y de sus mismos compañeros de profesión.
“Todos tenemos alma de niño”, dijo. “La lucha libre en México es el segundo deporte más importante, primero es el futbol. Nuestros superhéroes son los luchadores. ¿Qué mejor que tener un G.I. Joe uniformado?”, expresó.
Flip combinó su carisma, su superioridad física, y su experiencia, para irse ganando el respeto y el apoyo de la gente. Su base de seguidores creció, e incluso se convirtió en el primer estadounidense en ganar un título de peso medio. “Suena raro, pero siento que me estoy volviendo más mexicano”, manifestó tras el combate.
El presente es muy diferente, y hasta concede entrevistas completas en español, sin miedo a equivocarse. Hace unas semanas firmó un contrato con el Consejo de Lucha Libre y dijo que es residente permanente y que espera obtener la nacionalidad mexicana dentro de unos años. Tiene una hija mexicana, y ya está esperando a su segundo hijo.
Aunque vive de un deporte en el que los forasteros suelen ser considerados villanos, Gordon es uno de los pocos luchadores no mexicanos que ha sabido ganarse los corazones del pueblo mexicano.
“Estoy orgulloso de donde vengo, pero también estoy orgulloso de evolucionar como ser humano y de abrazar una nueva cultura como la mexicana".