En el mundo del boxeo, donde los nocauts son sinónimo de gloria, existió un hombre que rompió todas las reglas. ¿Cómo es posible que este boxeador, con apenas 14 nocauts en 121 combates, no solo llegara a lo más alto, sino que se convirtiera en leyenda?
Este genio que esquivaba golpes como si leyera el futuro, un maestro de la defensa que convirtió la elegancia en arma letal, pasaría a la historia como "El Intocable".
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El enigma de Nicolino Locche
Nacido en Tunuyán, Argentina, en 1939, Nicolino Locche desarrolló un estilo único que desconcertaba a rivales y expertos: esquivaba, bloqueaba y cansaba a sus contrincantes hasta volverlos caricaturas de sí mismos.
Su forma de vivir, con excesos como el alcohol y el tabaco, contrastaban con la habilidad casi sobrehumana con el que lograba salir airoso de sus peleas. Normalmente un boxeador toma de una a dos peleas al año; Locche hacía mínimo 10 peleas, demostrando su genio en el ring.
Mientras otros boxeadores buscaban el golpe definitivo, él tejía una red de ilusiones en el ring, haciendo que hasta los más duros parecieran torpes principiantes. Su secreto: pies que bailaban como pluma y reflejos de felino, perfeccionados en gimnasios polvorientos donde el sudor olía a destino.
La noche que cambió todo: Locche vs. Fuji
El 12 de diciembre de 1968, en el mítico Luna Park, ocurrió lo imposible: frente al campeón mundial Paul Fuji, un rival con el doble de nocauts, Nicolino Locche pintó una obra maestra. Sin apenas atacar, hizo que Fuji se golpeara a sí mismo con su propia frustración.
Los jueces no tuvieron duda: ¡nuevo campeón mundial welter junior! La multitud enloqueció: acababan de presenciar el triunfo del cerebro sobre la fuerza bruta.
Los números de Nicolino "El Intocable"
La carrera de Locche sigue desconcertando por sus estadísticas imposibles:
- 117 victorias (solo 14 por KO).
- 4 derrotas (ninguna por nocaut).
- Récord de 230 rounds invicto en su prime.
Leyendas como Emanuel Steward afirmaron: "Era como intentar golpear humo". Sus rivales confesaban pesadillas donde sus golpes pasaban una y otra vez sin tocarlo. Incluso hoy, su estilo se estudia en escuelas de boxeo como la cúspide de la defensa pura.
El legado del "Intocable"
Nicolino Locche falleció en 2005, pero su mito crece cada año. ¿Fue un visionario o simplemente el más listo del ring? Una cosa es clara: demostró que en el boxeo la inteligencia puede ser más poderosa que los músculos.