Pammela Olivares, esposa del exfutbolista mexicano Omar Bravo, ha mantenido un perfil bajo desde que contrajo matrimonio con el ídolo de las Chivas en 2012.
A diferencia de muchas parejas de figuras del deporte, Olivares ha optado por una vida discreta y centrada en su familia, evitando el protagonismo mediático que rodea al mundo del futbol, sobre todo por su detención como presunto responsable del delito de abuso sexual infantil agravado en contra de su hijastra.
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Aunque se desconoce a qué se dedica profesionalmente, en redes sociales se ha visto su gusto por el pádel, deporte que practica de forma recreativa. Su actividad pública es mínima, lo que ha contribuido a mantener la privacidad de su entorno.
El matrimonio con Omar Bravo se consolidó en una etapa en la que el exdelantero gozaba de gran popularidad tras su paso por Chivas y la Selección Mexicana. Desde entonces, ambos han formado una relación estable y libre de escándalos. En 2015 nació su hijo, Liam Omar, quien ha aparecido ocasionalmente en publicaciones familiares, siempre con gran discreción.
Antes de su relación con Pammela, Bravo tuvo una hija llamada Sherlyn, nacida en 2003, fruto de una relación anterior. La joven ha manifestado su deseo de llevar el apellido Bravo, aunque mantiene poco contacto con el exjugador.
En años recientes, los seguidores del exfutbolista han notado la aparición de una niña llamada Roma en sus redes, lo que ha generado especulaciones sobre si también es su hija. Sin embargo, ni Bravo ni Olivares han hecho declaraciones al respecto, reafirmando su costumbre de mantener su vida privada fuera del ojo público.
Pammela Olivares representa el lado más reservado del universo futbolístico: el de quienes prefieren la tranquilidad y estabilidad familiar por encima de la fama. Su historia junto a Omar Bravo es una muestra de que, incluso bajo la sombra de los reflectores, es posible elegir una vida sencilla y alejada del escándalo.