El México Sub-20 dejó una imagen convincente en su encuentro frente a Chile. Con posesión y un estilo de juego ambicioso, los jóvenes aztecas impusieron condiciones logrando un cómodo marcador de 4 a 1.
La anotación de Tahiel Jiménez, producto de una jugada de precisión, reflejó la superioridad de un equipo que nunca perdió el control del encuentro.
Primer tiempo
Desde el silbatazo inicial, los aztecas tomaron el mando del balón y comenzaron a construir a su ritmo. Chile, por su parte, intentó resistir con un bloque compacto, pero su propuesta pronto fue rebasada por la intensidad mexicana
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Las primeras aproximaciones de Fimbres y Alexei marcaron el tono: México no solo atacaba, también pensaba cada movimiento con paciencia.
Los minutos iniciales dejaron ver la estrategia clara del Tri: presionar alto, recuperar rápido y transitar con velocidad. Aunque Chile logró un par de acercamientos, el arquero Ochoa respondió con grandes reflejos que mantuvieron el cero en la meta mexicana. El equipo visitante se sostuvo apenas con pelotazos y contragolpes, sin lograr inquietar de manera real.
El premio llegó al minuto 26. Una combinación precisa entre Alexei y Morita terminó en asistencia para Tahiel Jiménez, quien definió con serenidad ante el arquero chileno.
Fue un gol que coronó el dominio y la insistencia ofensiva del conjunto mexicano. El marcador reflejó lo que el campo venía contando: hasta ese momento México jugaba mejor y con más orden.
A pesar de la ventaja, los tricolores no bajaron el ritmo. Cada recuperación se transformaba en oportunidad.. Chile, en cambio, lucía sin ideas y urgido de respuestas. Las llegadas de peligro continuaron hasta el descanso, donde el marcador 1-0 parecía insuficiente frente al volumen de juego generado.
Equipo sólido
En los minutos finales del primer tiempo, la afición mexicana celebró el gol y el gesto de Jiménez, quien dedicó su tanto a su compañero Mateo, ausente por lesión.
Así concluyó una primera mitad sólida, en la que México Sub-20 demostraba una solidez en todas las líneas. Con una ventaja mínima pero valiosa, el Tri se fue al descanso sabiendo que el control del partido estaba en sus manos.
Segundo tiempo
El juego entró en su etapa más intensa con la segunda mitad en marcha. Desde el minuto 45, el balón volvió a rodar en un escenario cargado de expectativas.
México, con la mira puesta en los Cuartos de Final, buscó consolidar la ventaja obtenida en la primera parte, mientras la Roja intentaba revivir su ritmo con un inicio más agresivo y una revisión temprana por posible mano en el área mexicana. Sin embargo, el árbitro decidió no marcar penal, manteniendo la calma tricolor.
La reanudación trajo consigo varias jugadas vibrantes. Ochoa, en el minuto 49, volvió a mostrar su jerarquía al detener un disparo bajo, frenando la presión chilena.
Enseguida, una tarjeta amarilla para Alexei Domínguez al minuto 52 marcó la intensidad del encuentro, justo cuando Chile empezaba a tomar el control del juego. Los chilenos adelantaron líneas y comenzaron a atacar con mayor decisión, obligando a México a replegarse y ajustar su estrategia.
Para el minuto 57, Rosel estuvo cerca de acortar distancias, pero su remate pasó apenas desviado del arco mexicano. La tensión de los locales por empatar el encuentro se palpaba en la cancha.
México, algo desubicado al minuto 60, perdió el control del balón y su capitán, Elías Montiel, recibió amarilla tras una serie de empujones. Chile aprovechó el momento para mover sus piezas: Marchant y Silva ingresaron al campo en sustitución de Álvarez y Cárcamo, buscando más profundidad ofensiva.
El duelo cambió de rumbo en el 67’. Fimbres encendió la noche con un disparo potente que se clavó en las redes chilenas, firmando el 2-0 para México. La jugada fue revisada por el cuerpo técnico rival, pero sin éxito, al no haber mano en la acción previa. El golpe anímico desdibujó por completo al conjunto chileno, que perdió su estructura y cedió el dominio del balón.
Con la ventaja ampliada, México se permitió controlar los tiempos y mover su alineación. Al minuto 73, los chilenos se vieron desconectados, y apenas dos minutos después, Mora provocó tres faltas consecutivas que encendieron la frustración de los sudamericanos.
Las sustituciones continuaron: Alexei, Jiménez y Mora dejaron el campo para dar paso a Amaury, Virgen y Camberos, refrescando el ataque tricolor.
En la recta final, Chile también realizó un cambio: Godoy entró por Romero al 79’, intentando revertir un panorama adverso. Sin embargo, el orden y la contundencia mexicana marcaron la pauta de un partido que parece inclinarse definitivamente a su favor.
Doblete de Camberos
Camberos anotó al 80 su doblete personal, bajando totalmente la moral de los chilenos y el estadio calló dando por anticipada la derrota.
Sin embargo, la escuadra sudamericana optó por seguir jugando, pero una nueva anotación de Camberos con un pase retrasado de Morales sepultó cualquier reacción de los anfitriones.
Sin embargo, fieles a su estilo de garra profunda, Chile descontó el gol de la honra en una buena jugada colectiva que culminó Palacios y los animó en los últimos minutos del encuentro.
El cuerpo arbitral concedió 4 minutos de compensación que ya no influyeron en el marcador final.