Marruecos conquistó el Mundial Sub-20 tras superar 2-0 a Argentina en una final que marcará un antes y un después en la historia del futbol juvenil.
En el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, el equipo del norte de África desplegó una actuación sólida, demostrando que su proceso formativo y disciplina táctica son ya una referencia global.
Marruecos conquista el Mundial Sub-20
Desde el inicio, los marroquíes se mostraron más precisos en el manejo del balón y contundentes en ataque. El primer golpe llegó con un gol de tiro libre magistral que descolocó al guardameta argentino, mientras que el segundo tanto, obra de Zabiri al minuto 29, dejó sin reacción a una Albiceleste que se vio sorprendida por la velocidad y presión constante del rival.
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Argentina, pese a dominar la posesión durante buena parte del encuentro, careció de claridad en el último tercio del campo. Las oportunidades más nítidas se diluyeron por la falta de puntería y la solidez defensiva del conjunto africano, que resistió cada embate con serenidad.
Los sudamericanos intentaron reaccionar con cambios ofensivos en el complemento, pero Marruecos mantuvo el control del ritmo y del marcador.
El árbitro añadió cinco minutos al cierre del partido, pero el resultado no cambió. Cuando sonó el silbatazo final, el banquillo marroquí estalló en júbilo: Marruecos alcanzaba su primer título mundial Sub-20, un logro que confirma la evolución del futbol africano y su creciente presencia en torneos de élite.
Derrota y aprendizaje
Para Argentina, la derrota significa una lección de aprendizaje para un futuro. Para Marruecos, el triunfo representa la consolidación de un proyecto deportivo que combina juventud, estrategia y pasión.
Con esta victoria, Marruecos se inscribe en la élite del futbol en formación y cierra un torneo memorable con una merecida consagración.