CRECEN EN REGIONES ESPECÍFICAS

Frutas exóticas y poco comunes que parecen sacadas de otro mundo, ¿ya probaste alguna?

Frutas exóticas, sabores inesperados y cultivos únicos definen a estas especies poco comunes que desafían el paladar y revelan la diversidad del mundo natural

Escrito en CULTURA el

El mundo natural no solo sorprende por su tamaño, sino por la variedad de formas, aromas y sabores que esconde, las frutas son una prueba clara de ello. Más allá de las opciones habituales que dominan los mercados, existen especies poco conocidas que destacan por su apariencia inusual, sabores inesperados o porque solo crecen en regiones muy específicas del planeta.

Algunas de estas frutas resultan extrañas a primera vista; otras desafían por completo el paladar. Para millones de personas forman parte de su dieta cotidiana, mientras que para otros representan una rareza difícil de imaginar.

Estas son algunas de las frutas más raras del mundo, su origen y a qué saben.

Entre las más llamativas está la Mano de Buda, originaria de Asia oriental, su forma recuerda a una mano amarilla con largos “dedos”, y aunque casi no tiene pulpa, es muy apreciada por su intenso aroma; su cáscara se utiliza para perfumar licores y postres, con un sabor similar al limón, pero más floral y menos ácido.

Desde América del Sur y Centroamérica proviene la pitahaya amarilla, distinta a la versión rosa más común, su piel espinosa resguarda una pulpa blanca extremadamente dulce, con semillas crujientes. Su sabor suele describirse como una mezcla entre kiwi y melón, y se cultiva en países como Colombia, Ecuador y algunas zonas de México.

En el Caribe destaca el ackee, fruto nacional de Jamaica, solo puede consumirse cuando está completamente maduro, ya que en estado verde es tóxico. Al abrirse, muestra una pulpa cremosa de color amarillo que suele cocinarse con bacalao en el platillo tradicional “ackee and saltfish”, su sabor es suave, mantecoso y con un ligero toque a nuez.

El apartado de sabores extraños no estaría completo sin el durian, originario del sudeste asiático, famoso por su olor penetrante, su sabor contrasta por completo: es dulce, cremoso y con notas de almendra y vainilla, en su región es conocido como “el rey de las frutas”.

Desde África Occidental llega la llamada miracle fruit, una pequeña baya que altera temporalmente las papilas gustativas gracias a una molécula llamada miraculina, todo lo ácido se percibe como dulce después de consumirla. Por sí sola tiene poco sabor, pero su efecto la convierte en una de las frutas más curiosas del mundo.

En Indonesia es común el salak, también conocido como fruta serpiente, debido a su piel marrón escamosa, al pelarla, revela una pulpa firme y crujiente con un sabor agridulce que recuerda a una mezcla de manzana, plátano y piña. Suele consumirse como snack.

Aunque muchas de estas frutas no suelen llegar a supermercados convencionales, algunas pueden encontrarse en mercados especializados de grandes ciudades o congeladas, otras solo pueden probarse viajando a su lugar de origen; en cualquier caso, explorar frutas raras es también una forma de acercarse a otras culturas a través del sabor.