ASESINOS LEGENDARIOS

Los piratas, filibusteros y corsarios: historias del mar y de sangre

Los primeros años de la historia de México y otros países del mundo en el siglo XVIII estuvo marcada por las embarcaciones piratas que asolaron los mares

Escrito en CULTURA el

No solo forman parte de la literatura, los piratas son reales y algunas de sus historias helarían la sangre de los más sesudos y valientes hombres que alguna vez hayan pisado la tierra.

Aunque gran parte de lo conocido sobre ellos se nos ha legado por medio de las leyendas y los cuentos que hemos conocido de grandes autores como Jack London o Emilio Salgari, lo cierto es que los piratas fueron reales.

La mística que rodea a estos seres forma toda una parte de la cultura popular, hablar de piratas es hablar de isla Tortuga, el abordaje, navíos perdidos en alta mar, luchas en el mar hasta que uno quedara en pie únicamente.

Pedro "el Olonés" es de los piratas más recordados por sus ataques legendarios.
Foto: internet

Las patas de palo y los piratas tuertos son más que nada un agregado cultural de parte de otro eximio autor, Herman Melville y su icónico Ahab.

¿Piratas, corsarios o filibusteros?

Aunque algunos de estos tres términos podrían utilizarse, con cierta restricción, de forma sinónima; las versiones más puristas nos hablan de las diferencias entre ellos.

Los piratas son aquellos que se aventaban al mar sin más que su voluntad y deseo del pillaje y lograr la captura de tesoros y navíos para ellos mismos. Estos hombres eran de los más despiadados para lograr sus fines.

Los filibusteros se ponían al servicio de los dueños de barcos, otros piratas o cualquier persona que pudiera pagarles. Generalmente llevaban dos armas; una pistola, y de ahí su nombre de filibusteros, y una espada.

Los corsarios eran aquellos piratas que realizaban la piratería pero auspiciados por alguna nación. El país les entregaba una patente de corso y ellos recibían el título de corsario, pero solamente debían atacar a naves enemigas del país al que representaban.

El pirata Morgan, ¿el más sanguinario?

Aunque hay muchos ejemplos de piratas sin corazón, sin duda la leyenda de Morgan en la toma de Veracruz es de las más frías y sanguinarias de la historia.

Las ciudades para protegerse de los ataques piratas construían grandes muros de piedra para proteger la entrada a las ciudades y en lo alto de los muros había soldados que defendían el puerto.

Los piratas más legendarios lograron tomar ciudades enteras.
Foto: internet

El pirata Morgan trató de entrar a la fuerza con sus hombres pero no lo logró a los primeros intentos y perdía muchos piratas, así que tramó un malévolo plan.

Mandó a sacar a los sacerdotes, monjes y todas las religiosas de los conventos cercanos y los obligó a caminar hasta los pies mismos de los muros para lanzar las cuerdas y escalar ellos hasta la cima de los muros, protegiendo a los piratas que irían detrás de ellos.

Los monjes incitaban a los defensores de los muros para que les dispararan y así evitar que los piratas entraran a la ciudad, hasta ese momento, inexpugnable de Veracruz.

Los piratas asolaron las costas de varios países y lograron grandes ganancias.
Foto: internet

El plan funcionó, muchas personas murieron aquel día entre religiosos y civiles, al entrar a la ciudad los piratas comenzaron un festín que duraría varios días hasta que negociaron la entrega la ciudad a cambio de tesoros mucho mayores a los que encontraron en la ciudad al llegar.