SEGURIDAD CIBERNÉTICA

Ni a Chatgpt, ni a Grok, ni a Gemini: las 4 cosas que nunca debes contarle a las IA

Para las grandes compañías de Inteligencia Artificial somos los conejillos de indias que ayudan a entrenar sus modelos; cada dato que ingresamos hace crecer su base de datos

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Para las grandes compañías de Inteligencia Artificial somos los conejillos de indias que ayudan a entrenar sus modelos; cada dato que ingresamos hace crecer su base de datos

Aunque las compañías han declarado que tenemos años conviviendo con la inteligencia artificial en muchas actividades (bancos, buscadores de internet y mucho más) es en estos últimos tres años que nos estamos viendo ‘en la era del futuro’.

Especialmente con la llegada de los chatbots, que se han reconfigurado una y otra vez en los últimos meses para ofrecer más herramientas tecnológicas y de aplicación social.

Para entender un poco a la Inteligencia Artificial

Cada chat basado en la IA es, en realidad, una ventanilla que recibe información desde tu teclado, detrás de la pantalla hay un sistema complejo que recibe cada milisegundo cantidades masivas de datos, los indexa, los analiza, los relaciona y crea patrones de una manera tan rápida que sería imposible para el ser humano replicarlo.

Los términos que explican estas acciones son: algoritmo, lo que significa que este sistema tiene un instructivo que debe seguir para realizar la tarea de análisis de millones de datos; y redes neuronales, que es como un universo dentro de las computadoras y que le permiten a la IA obtener un aprendizaje profundo.

¿El resultado? Imitar estructuras, identificar patrones y predecir contenidos a partir de los que ha obtenido de todos nosotros, los usuarios.

No es la guerra de los clones; es la copia del cerebro humano

En palabras sencillas, las empresas a cargo de las IA suelen decir que ‘la están entrenando’. Para ellos, este entrenamiento se logra por tres modelos:

  1. El aprendizaje supervisado, que se logra cuando se introducen términos muy sencillos con etiquetas; por ejemplo, si queremos que reconozca a un escarabajo se alimenta de imágenes de escarabajos.
  2. El aprendizaje no supervisado, es un poco más complejo, porque genera patrones a partir de datos que no tienen etiquetas; el resultado no se puede conocer porque analiza los datos al azar… pero… verifica los atributos de cada uno y los clasifica, entonces crea un modelo usando la información analizada.
  3. El aprendizaje por refuerzo, este es como cuando le enseñamos a alguien a cocinar cuando lo ponemos a preparar un alimento. Se le asigna una tarea y se pone a prueba y error; cuando lo logra, se le permite pasar a un siguiente nivel.

Este último es el que se utiliza en herramientas como ChatGPT o Gemini, todas las conversaciones que realizas son un dato nuevo que se ingresa a la base de datos general y le permite mejorar a su sistema.

El gran problema de este proceso de colección de datos es que actualmente no existen regulaciones sobre cómo debe protegerse la exposición de estos datos. Aunque algunas empresas aseguran que han mejorado su seguridad, no queda muy claro cómo es que están protegiendo la información.

Las cuatro cosas que debes cuidar

Las siguientes recomendaciones te permitirán tener un mayor cuidado al utilizar un chatbot:

  • No incluir en un chatbot información personal como el nombre completo, la dirección de tu hogar, tu número telefónico o tus datos bancarios.
  • No usar la IA como agenda para guardar tus contraseñas personales o credenciales de acceso a otros sistemas.
  • No copiar contenidos que son parte de tu trabajo. Contenido en proyectos, archivos o documentos, etc.
  • Evita expresar tus opiniones religiosas, políticas u otras ideologías que se asocien a tu perfil

Algunas empresas, como Samsung, prohibieron el uso del ChatGPT a partir de una filtración de código fuente confidencial que se ingresó en esta herramienta.

Recuerda que, aunque el chat suene amigable, no es una persona sino que es un software que sigue instrucciones y tomará tus datos sin discreción para seguir mejorando sus procesos.

Esta tecnología promete mucho para el futuro, pero quedará en nosotros cuidar la integridad de nuestros datos personales y evitar cierto tipo de catástrofes.