Desde el pasado 5 de enero la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA por sus siglas en inglés) detectó una poderosa llamarada solar, la cual podría generar apagones en la Tierra en los próximos días.
Dichos eventos solares, catalogados como los más intensos en el sistema solar, pueden afectar los medios de comunicación y los aparatos domésticos por la fuerza electromagnética con la que llegan al planeta.
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El organismo estadounidense, señaló que esta llamarada registrada se clasificó como “X”, el valor otorgado a los destellos más intensos.
Fue el Solar Dynamics Observatory de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) quien captó la llamarada que no ha provocado daño aparente en los sistemas de telecomunicaciones en el planeta. Se especificó cómo sistemas de radio, sistemas eléctricos o sistemas satelitales pueden verse seriamente afectados por estos fenómenos.
Desde hace algunos años el Sol registra un aumento en su actividad y se espera que en 2025 llegue a su pico, incrementando su actividad paulatinamente hasta alcanzar fuertes descargas electromagnéticas que atravesarán la capa de ozono de la Tierra.
¿Qué son las llamaradas solares?
Conocidas en el medio científico como “eyecciones de masa coronal”, se forman en la parte superficial del Sol y puede emitir cierta radiación y plasma que afecta enormemente la magnetósfera terrestre.
Las emisiones solares suelen ocurrir desde las partes más oscuras del Sol, conocidas como manchas solares, donde se generan distorsiones electromagnéticas, las cuales salen despedidas hacia nuestro planeta, incluso alcanzando la velocidad de la luz.
En ocho minutos, una supermasiva llamarada solar podría afectarnos al llegar desde el astro rey hasta la Tierra.
Fue en 1859 cuándo el mundo se enfrentó a la tormenta solar más crítica que se ha registrado, conocida como el evento Carrington.
Durante esta catástrofe, la corriente iónica generó picos de tensión masivos en las lineras telegráficas del momento; gracias a los altos voltajes que se presentaron, las líneas formaron arcos eléctricos que produjeron varios incendios en distintas partes de Estados Unidos y del mundo que tenía conexiones de esta clase, incluso generando auroras boreales en lugares donde no eran comunes estas luces.