Un bebé de tan sólo un año, identificado como Ángel, perdió la vida tras haber ingerido una pila electrónica tipo botón en su domicilio en Reynosa, Tamaulipas. El accidente ocurrió la semana pasada, cuando su madre lo sorprendió con una pila en la boca y logró retirársela de inmediato; sin embargo, horas después el pequeño comenzó a presentar malestares que encendieron las alarmas.
Al llevarlo al médico, una radiografía reveló la presencia de otro objeto extraño en su estómago. Ante la gravedad de la situación, el menor fue trasladado de emergencia a Monterrey, donde fue ingresado a la clínica 25 del IMSS y sometido a una intervención endoscópica para retirar la pila.
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Aunque los médicos lograron extraer el objeto, los daños ya eran severos. Días después, el pequeño falleció. De acuerdo con los resultados de la autopsia practicada por la Fiscalía de Nuevo León, la causa de muerte fue una neumonitis secundaria a la ingesta del cuerpo extraño, es decir, una inflamación pulmonar provocada por las sustancias químicas que contenía la pila.
Las autoridades explicaron que este tipo de pilas, conocidas como pilas botón o de litio, pueden liberar componentes altamente corrosivos al entrar en contacto con los fluidos corporales, causando quemaduras internas graves en cuestión de horas.
El caso ha encendido nuevamente las alertas sobre los riesgos que representan los objetos pequeños y baterías en los hogares, especialmente cuando hay niños pequeños.
Los especialistas recomiendan mantener este tipo de artículos fuera de su alcance y acudir de inmediato a un hospital en caso de sospechar que un menor haya ingerido uno, sin intentar provocarle el vómito ni darle alimentos o líquidos.