Tal parece que una lluvia no puede dejar de politizarse y, si bien todo ciudadano está en su derecho de señalar lo que no le parece, especialmente si le afecta, ya sea por el sector en que vive o por el que transita, labora, etc., cuando la crítica viene de un exfuncionario que en su momento no hizo mejor trabajo (aunque asegure que sí), de alguna manera carece de toda calidad moral para hacer señalamientos.
Durante el paso del panismo de Rivas Nuevo Laredo vivió sus peores años de la historia reciente, así que es un acto de cinismo criticar lo que en su momento no hicieron bien.
De alguna manera, para ser objetivos en una crítica de esta índole, es necesario comprender la capacidad que tiene un sistema de drenaje aquí y en otras partes y como esto influye en el tiempo de desfogue frente a una cierta cantidad de precipitaciones; es decir, que si con poca lluvia se inunda algo, efectivamente hay un problema, pero si se registra una cantidad extraordinaria de agua en poco tiempo, entonces no hay forma de que pueda ser procesada de manera tan rápida.
Claro, ayer no hubo otra cosa de mayor relevancia en redes que el tema de las lluvias y sus estragos que variaron demasiado por sector, y en esto último hay que considerar también que algunas colonias están asentadas sobre áreas con alto riesgo de inundación al ser de influencia o cauce natural de alguno del arroyo El Coyote, Las Alazanas y el río Bravo
Esta parte es importante también, pues mientras algunos se asentaron de manera irregular en esos lugares que no eran recomendables para construir por su geografía y tipo de suelo, en su momento algunos fraccionamientos fueron autorizados indebidamente por sus respectivos gobiernos, a pesar de que de igual manera, estaban dentro del atlas de riesgo, en el que figuran al menos a 24 colonias.
En ese estudio de hace algunos años, la Colonia Benito Juárez figuraba como el sector más riesgoso, con 2 mil 61 viviendas, nueve escuelas, una plaza y hasta un edificio de CFE con un severo peligro de inundación.
En ese mapa hecho por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) y otro del Ayuntamiento, se establece como diversas áreas ya eran propensas a inundaciones desde mucho antes de que siquiera se fundara Nuevo Laredo, pues se trata de formaciones naturales y la mayoría de esos sectores cercanos a los arroyos, tienen un suelo poco firme y ‘caminitos’ que sigue el agua, especialmente cuando surgen esas copiosas lluvias.
No se trata de excusar a nadie, pues sin duda cada quien debe hacer su parte y actuar a tiempo, pero también debemos comprender el origen de las cosas y sobre todo, la problemática de manera integral.