Los socavones son parte de la historia de Nuevo Laredo que asociamos -según su proporción- a las peores administraciones, como en el caso de los cinco años de Rivas, cuando vimos los más grandes y frecuentes, algunos de plano en niveles récord; pero ahora el lado “gringo” nos sorprendió con uno muy grande.
Por años nos preguntábamos por qué si teníamos las mismas condiciones geográficas y climas, sólo de un lado había socavones enormes, claro, era retórica, pues tiene que ver con la inversión en renovar colectores viejos, especialmente en aquellos a punto de colapsar, pero también con otros factores en la gestión.
Pues ahora fue el Laredo gringo el que registró una de esas imágenes que hace tiempo no veíamos y que siempre eran del lado mexicano, donde repentinamente se abre la calle para “tragarse” un camioneta, como usualmente ocurre, luego de una lluvia que fue seguida por altas temperaturas, pues la humedad y el calor son ingredientes esenciales para un socavón, aunque en ocasiones no se ocupa el ambiente lluvioso, sino alguna tubería rota.
Y hablando de Laredo, este fin de semana les tocó también vivir el cateo de 22 negocios de vapeo o venta de cigarrillos electrónicos y sus cartuchos de CBD y THC (de mariguana), que dejó además un par de arrestos y el hallazgo de un escondite que parece que era con la intención de esconder drogas o construir un laboratorio de narcóticos, según las sospechas de los polis.
Esto de alguna manera habla del drástico giro que dio el tema del vapeo en los últimos años, pues pasó de un producto que se podía comprar en locales de algún centro comercial, a generar esta persecución, luego de que resultara tan nocivo para la salud y tan popular entre el segmento más joven, pero así empezaron las otras drogas que en su momento fueron legales y hoy están en la lista de la DEA como sustancias prohibidas.
Sin duda esta modalidad del cigarrillo electrónico se popularizó de una forma peligrosa, pues su fácil acceso y entre otros aspectos que han parecido atractivos, han permeado incluso en menores de edad que ahora de manera mucho más temprana han comenzado a “vapear”, algo que lamentablemente no termina ahí, sino que funciona como un vicio que introduce a otros mucho peores.