PASADIZO SECRETO

Aeropuerto de carga, el próximo reto

Escrito en OPINIÓN el

Por lo que se está viendo en estos últimos años Nuevo Laredo ha estado siendo bendecido con distintas obras, proyectos cumplidos que estarán moldeando su futuro económico para las próximas décadas, sin embargo y ante todo esto sería ahora el aeropuerto de carga, el próximo reto.

Objetivo que de ninguna manera debe de tomarse como ese avorazamiento o aprovechamiento, al observarse que tanto políticamente como en cuestión de obra pública a esta productiva frontera, sí que la están considerando.

Este panorama económico que refleja Nuevo Laredo, está generando ciertos resentimientos sobre todo de parte de Nuevo León, estado que nunca ha ocultado su deseo de querer ser ese ente superior en cuestiones de carga internacional.

Sin embargo, el tiempo ha sido testigo de que ni con apoyo de gobiernos pasados, ni mucho menos teniendo ese favoritismo para ciertas actividades de modulación o traslado de carga, ha podido Nuevo León superar a su eterno rival tamaulipeco.

Entonces y subsanado esto, adicionado con las próximas mejoras a su principal cruce internacional como es el puente del Comercio Mundial, al contar ya en cuestión de días con la sede aduanera, con los mejores agentes aduanales y líneas transportistas, sin dejar de mencionar a toda esa gente capacitada para estos menesteres y las adecuaciones al Libramiento Mex II, justo es ya poner la mira, los ojos en ese aun abandonado proyecto, materializando la conclusión del aeropuerto que conecte vía aérea ese otro tipo de carga que se le ha estado escapando.

Rescatar dicha actividad para complementar ese cuadro de actividades generacionalmente propias de esta frontera no debe ser considerado como ese lejano desafío, eso imposible de hacer, al saberse que otras cosas y más difíciles se han logrado, como la conclusión y puesta en operación de aquel sueño conocido hoy como el Puente III que tanto progreso y economía ha generado.

Entonces, nadie, absolutamente nadie debe de estar en contra de revivir este hoy ya viejo proyecto, porque todos los residentes de Nuevo Laredo saben y de antemano que esta frontera ha sido y por siempre líder, capaz de resolver y atender eficazmente este tipo de actividades de carga.

Hoy tristeza da ver que la barda perimetral levantada a lo largo del Aeropuerto Internacional Quetzalcóatl ha ocultado al ojo del ciudadano aquella construcción que anidaba las esperanzas de un nuevo rumbo laboral.

Sin embargo, el recuerdo de ese proyecto aun permea en esos mismos residentes de Nuevo Laredo que en su momento testificaron de su magna construcción, de ese deseo de ofrecerle a esta frontera un tentáculo más como ese generador adicional de economía.

Encontrar culpables, personajes o funcionarios de otros sectores políticos que en su momento gobernaron y que no lo concluyeron y sus motivos, en verdad que ya no es deseable al ser desgastante, pues lo que se anhela en la actualidad es redirigir nuevamente esas fuerzas, esos deseos y con esa renovada visión para su materialización.

Cierto es que no se tiene que ser tan visionario para entender, comprender lo que se ve venir en cuestión de traslado de mercancías vía terrestre, que por igual existirán otros factores que lastimaran a Nuevo Laredo y que probablemente le reduzcan la carga, pero cierto es también que, si no se procuran esas nuevas fuentes, esos nuevos retos, difícilmente se mantendrá esa economía hasta hoy aquí conocida.

Nuevo Laredo tiene que acaparar todo lo relacionado a esta actividad internacional, entendiendo con esto que, por mar, por tierra, por aire por donde se pueda trasladar la carga, se tiene que ver esto como ese cheque en blanco que anticipadamente ya venga firmado a favor de esta frontera.

Pero si Nuevo Laredo se atrasa, deja de ser creativo, ambicioso para mantener su principal actividad económica, entiéndase, se tiene en frente a un Nuevo León que por siempre ha sido como esa piedra en el zapato que a Nuevo Laredo no deja de molestar.

Estado neolonés que, y a pesar de haber sido beneficiado por otros gobiernos con un puente internacional, que ha realizado costosas vías terrestres que conectan hacia dicho puente, que ha pretendido quitar el modelo del transfer para su propio beneficio, que ha tratado de hasta construir un punto aduanero sobre sus carreteras para el control total del tráfico comercial terrestre, que ha manipulado las cargas para el beneficio de su puente, comprobable es que y pese a toda su inversión y ambición contra Nuevo Laredo no ha podido.

Sin embargo, esa pesadilla neolonesa continua, por lo que sigue viendo a esta frontera tamaulipeca como esa ciudad que en cualquier momento la pueda superar, todo ganar, entonces y ante esta amenaza, hoy el reto para Nuevo Laredo seria presionar ya la materialización del aeropuerto de carga, antes de que Nuevo León nos “vuele” la carga.