Las clínicas estéticas que son cerca de 165 en todo el estado, han estado bajo escrutinio de las autoridades, pero también de los ciudadanos que ahora cuestionan un poco más la reputación y credenciales de estos lugares, y si bien muchas personas aún se dejan seducir por los económicos precios de algunos de estos establecimientos recientemente creados, que ofrecen ‘lipo papadas’ a menos de 5 mil pesos, ‘lipoesculturas’, entre otros procedimientos muy populares; ahora es más frecuente verificar que no se hayan visto en problemas.
Todo esto salió a relucir luego de la muerte de una paciente en una de esas clínicas en Reynosa, que tenía además una sucursal en Nuevo Laredo y que puso en alerta a su clientela, pues se dieron a conocer una serie de irregularidades como de que no tenían las certificaciones ni el conocimiento necesario para estos procedimientos, que podían ser riesgosos, pues en ocasiones utilizan anestesia sin que sea aplicada por un especialista o las precauciones necesarias, además de que no siempre se toman en cuenta todos los aspectos de la salud del paciente a la hora de aceptar realizarle alguno de esos procedimiento estéticos.
Hace algunos años hubo un caso en Nuevo Laredo en el que falleció una paciente y de igual manera generó algo de preocupación, pero hoy en día las anécdotas en todo el país sobre fallecimientos en cirugías o procedimientos estéticos en clínicas, son mucho más frecuentes, especialmente en la frontera, en donde este rubro ha encontrado un nicho en personas de Estados Unidos, particularmente de entidades cercanas a la franja, que ven en México una oportunidad mucho más económica de satisfacer la vanidad.
La reputación es importantísima en ese negocio en particular, pues algunas malas reseñas en cuanto a la atención o peor aún, resultados adversos en los procedimientos, entre otras cosas, como precios o publicidad engañosa, ahora son tomados en cuenta mucho más que antes por temor a ser una víctima más de las clínicas patito.
Al final, la vanidad no dejará que el negocio caiga, aunque al menos parece que hay un poco más precaución a la hora de elegir la clínica, especialmente en los procedimientos un poco más complicados.
Uno de los aspectos complicados y que estaría vigilando la Comisión Estatal de Prevención de Riesgos Sanitarios (COEPRIS), es que los médicos tengan las certificaciones necesarias, pues en el caso de cirugías estéticas, éstas requieren de una especialidad ya que no pueden ni deben ser realizadas por médicos generales o de otras ramas ajenas, algo que ocurre con relativa frecuencia con tal de aprovechar la animosidad por estos procedimientos para mejorar la imagen facial o corporal, usualmente en virtud de aparentar la mayor juventud o voluptuosidad posible en diversas áreas del cuerpo.